19 may 2010

Hola a todos:
Despues de un sin fin de problemas, hemos conseguido que las personas que nombramos como jurados para nuestro "CONCURSO LITERARIO" en el apartado de prosa, nos enviasen sus puntuaciones y de esta manera poder anunciar el resultado. Sin embargo, aun nos queda por recibir algunas puntuaciones sobre el apartado poesia, pero... algo es algo y organizadores tan bisoños como nosotros, empezamos a ver la luz al final del tunel...
No quiero demorarme mas y paso a hacer oficial nuestros premios que son los que a continuación detallo.

BUHO SEVIGENA DE ORO para Vivi Varotta por su relato "DE ATAJATE"

BUHO SEVIGENA DE PLATA para A. María Rodríguez por su relato "EL CRIMEN"

BUHO SEVIGENA DE BRONCE para Carmen Navarro por su relato "DIA DE REYES"

Hemos decidido dar una MENCIÓN ESPECIAL y fuera de concurso para Ana Belén por su relato "LAS MADRES", y a Gemma por la participación con los Haikus ya que siendo unas niñas de corta edad, nos han demostrado sus inquietudes literarias y creemos que de esta manera ayudaremos a que estas sigan en aumento.

Dentro de pocos dias, publicaremos de igual manera, los resultados del apartado de poesia.
Queremos daros las gracias a todos por vuestra participación y os emplazamos para el próximo concurso.
Deciros por ultimo que todos, todos, mereceis ser premiados por el entusiasmo que habeis demostrado y que nosotros, SEVIGENA, nos quedamos con el mejor del los premios que no es otro que el cariño que nos demostrais día a dia.

Recibir un cariñoso saludo
Melisa y Juanma

20 abr 2010

CON RUMBO

Lydia camina sin rumbo. Salió de casa con intención de ir hasta la estación de Atocha y tomar el primer AVE que saliera hacia cualquier sitio. Se había preparado un gran bolso con las cosas de aseo y un pijama y pasaría la noche en cualquier hotel, necesitaba alejarse de Madrid, aunque solo fuera un par de días. Pero cuando llegó no había ningún tren pronto a salir, debería esperar al menos una hora y una hora era demasiado tiempo.
Según camina por el Paseo del Prado, no es consciente de que se va tambaleando. Una señora se acera:
-Perdón, ¿se encuentra usted mal?, le dice. No puede ser que una señora tan elegante vaya borracha. Piensa. Lo más probable, es que este enferma.
- No, gracias, solo un poco mareada
Lydia camina sin rumbo, tambaleándose, no se encuentra bien
- Dirá usted que me meto en lo que no me importa, pero le pasa algo, puedo parar un taxi, si quiere. Insiste la mujer
- Gracias señora es muy amable, pero me encuentro bien. Me sentaré un ratito y estoy segura que enseguida estaré bien. Gracias de nuevo.
Entonces se da cuenta de que salió temprano de casa y no se detuvo a desayunar, tan solo a prepararse la bolsa y salir, tenia que salir, salir lo mas rápido posible, la casa se le caía encima. Llevaba mas de un mes sin apenas comer, ni dormir, sin comentar con sus hijos lo que le pasaba, ellos tenían “sus cosas” para que fuera ella con sus historias.
Esta el Hotel Ritz. Son las dos. Hace más de cuatro horas que salió de casa. Es un buen lugar y una buena hora para comer.
Entra en el jardín. Rápidamente se acerca una amble camarera y la conduce hasta una mesa
- ¿Sola? – le pregunta
- Sí – contesta escuetamente
Le ofrece una copa de cava, al tiempo que le indica que debe dirigirse al buffet. A su alrededor bastantes clientes, casi todos extranjeros. Ahora se siente mal por haber tomado esta mañana la decisión de escapar, porque ¿escapar, a donde? ¿y de qué?
Es verdad que todo fue muy rápido. No hacia dos meses que se había muerto su marido y en el trabajo, en el trabajo que era su vida, en el trabajo que tantas alegrías le había dado, en el trabajo de donde ella pensaba no se iría nunca, la habían jubilado. Había cumplido sesenta y cinco años y tenia que jubilarse. El mundo se le vino encima ¿qué iba a hacer ahora?
En la mesa de al lado una pareja mayor, planean un viaje alrededor del mundo. Lydia les mira sin disimulo. Y piensa: “No es mala idea”.
Han pasado seis meses y ha recobrado fuerzas y ahora es el momento para hacer algo que siempre tuvo en mente: Un largo viaje. Le viene a la memoria la conversación de la pareja del Hotel Ritz, ellos también eran mayores, seguramente más que Lydia, pero también es verdad que estaban juntos y ella estaba sola.
Con paso firme, segura, se dirige al mostrador del aeropuerto. En Grecia embarcará para un crucero y a su regreso ya tiene otro programado. Viajará. Estará unos días en Madrid y volverá a hacer otro viaje. Tiene que ir a Roma, cuando tiró sus monedas a la Fontana de Trevi, pidió dos deseos: volver y volver acompañada. Y los deseos siempre se cumplen.

CarmenNavarro

19 abr 2010

Se cruzaron nuestras vidas

Se cruzaron nuestras vidas quizás nos junto el destino y tú entraste en mi vida lo mismo que un torbellino.
Mi corazón se turbo ante un amor desconocido, pues dentro del floreció un amor nunca sentido.
Fue un despertar luminoso dentro de mi corazón a un amor tierno y hermoso que nunca jamás sintió.
No sé si en tu corazón sientes lo mismo que yo a veces pienso que si a veces pienso que no.
Es un vivir y un morir lo que estoy viviendo yo, tú me miras a los ojos y en tus ojos veo amor.
Pero tu boca se calla y no dice esa palabra de te quiero que espera mi corazón.
¿Por qué tus labios me llaman de usted si tus ojos me están diciendo eres mi amor yo te quiero?
Tú me miras yo te miro nuestras miradas se cruzan se están diciendo mil cosas y tus labios guardan silencio.
Nuestros corazones están el uno por el otro latiendo ¿Por qué callamos los dos si nos estamos queriendo?
Es un amor compartido que guardamos en silencio los dos con el corazón herido y sin decirnos te quiero.
Amor soltemos amarras demos rienda suelta a los sentimientos y digamos esas palabras yo te quiero yo te quiero.


Encarnita Aguilera

16 abr 2010

"Eternos sueños"

Sueños, sueños guardados
en vigilia total, cautelosa.
Los que no han de ser vistos
pues son tan solo eso,
eternos, simples sueños.
Los que amparan el alma,
los que enjugan el llanto...
los que guardan el canto
de un corazón sufriente.
Allí están en los sueños
de los que sueñan siempre.
El mío está en mis manos,
acurrucado, expectante, tierno,
guardado con recelo...
deseoso de lanzarse,
tal vez corporizarse
y dejar de ser eso ...
tan solo y nada menos
que un hermoso sueño.
El nunca realizable
el del amor perfecto...
Ya no me pertenece,
al volcarlo en palabras
se escurrio entre mis dedos
y no pude atraparlos...
pues eran solo sueños.

ADELA CICIARO

15 abr 2010

"MI ESTRELLA"

Sigo una estrella
que al mirarla, a veces,
me acobarda.
Pero he de siguirla, mi bien
porque ese rumbo, segura estoy
que también siguió tu alma.
No se va del todo quien nos deja
la música total de la palabra,
y en sinfonía celestial
vuelve a escucharse
cuando la soledad
clava sus anclas,
en un pasado de amor
y de esperanzas.
El destino lo quiso
y temarchaste...
tus ojos tristes,
tus manos temblorosas
hablaban de ese viaje
sin retorno...
mas no escuchaste
mi angustia en el pedido...
que no lo hicieras,amor,
que no te vayas.
Esa estrella que hoy
alumbra mi camino
me protege en mi lucha diaria.
¡¡¡Has cumplido tu sino prometido!!!
¡¡¡Habitas mis entrañas!!!

ADELA CICIARO

14 abr 2010

SOBRE EL CONCURSO LITERARIO

SEVIGENA os informa que el proximo día 20 será el ultimo para recibir escritos y poemas para nuestro concurso literario. Aquellos escritos que lleguen con fecha posterior, seran guardados para la proxima edición cuyo plazo comenzará el dia uno de Junio.
Todos los temas publicados serán sometidos a la votación anónima del jurado e informaremos de los ganadores el proximo diez de Mayo (10-05-2010).
Queremos daros las gracias a todos los que habeis participado porque, conocemos a titulo personal, las ilusiones que habeis puesto en este nuestro primer concurso.
Seguiremos informando dentro de unos días.

Melisa y Juanma
"LOCURA DE PAJAROS"

La compañia loca de tu razón perdida,
te cierra en un espacio de muros elevados,
pero tu alma libre, te sigue, te sonrie,
y te fabrica pájaros de colores y cantos.
Son ellos en tu encierro,tu sombra,tu delirio,
sus musicales trinos te elevan.
Y en tu rostro está perenne, fresca,
la sonrisa de un niño.
Dejaste de ser hombre cuando dos brazos
fuertes que creias amigos
quitaron de tu lado, ese amor
tan perverso, para tí cristalino.
Y gritaste llorando, quédate acá conmigo,
te he entregado mi vida, no me dejes vacío
y así fué que de pronto, te cercó el desvarío.
La locura le puso a tus ojos un manto
de triteza,infinito.
Y te llevó al encierro, tu total desatino.
Pero hoy estás sonriente, se te olvidó
la pena y vives como un niño
al lado de mil pájaros que fabricó
la ausencia de tu razón perdida.
Y levantas los brazos, encerrando
en tus manos los colores brillantes
de tus pequeñas aves, en el fiel paraíso
de tu hermoso delirio.

ADELA CICIARO

13 abr 2010

"CORRE NIÑA, CORRE"

Corre niña alocada,corre,
sobre las hierbas del campo,
los cabellos al viento
la risa en carcajadas.
Corre niña descalza sobre gramilla fresca
y bebe de esa fuente que espera tu frescura
de niña adolescente.
Corre sin preguntarte donde ?
entre las hojas secas,que si estan en tus manos
no han de ser hojas muertas.
Anda por los senderos que te ofrece la vida...
pero no dejes nunca esa fresca alegría
de volver a correr, entre flores, gramillas.
Y pájaros que silban y fuente que te espera
para beber en ella, el agua cristalina
que refresque en tu boca, el calor de la vida.
Para,niña,para y piensa, sueña, espera y toma
lo que ames de la vida, pero no olvides nunca
tu correr alocado, tu risa en carcajadas,
ni las hojas resecas que crujen a tus plantas,
cuando tus pies descalzos aún corren por las gramas.
Lleva todo en tu alma mi niña adolescente,
pinta allí este paisaje y al plasmarlo te sirva,
para darte el vigor que la vida te exija.

ADELA CICIARO

10 abr 2010

Un Beso a escondidas

Cuando imagino mi vida, entrecierro los ojos y veo un inmenso laberinto. Al pensar en el pasado, recorro nuevamente sus caminos. A veces la memoria es esquiva y quedan senderos oscuros, como cubiertos de bruma, y otras, puedo ver más claro. En esos momentos el paisaje se presenta luminoso, completo. Me gusta quedarme unos minutos disfrutando situaciones que al vivirlas, no les dí, el mismo valor, ni el mismo sentido, que le doy ahora mismo, como las viejas fotografías que cambiaban de color con el paso del tiempo, las vivencias van adquiriendo, otros significados a la luz del presente. Esta es la historia de un tramo en el camino, compartido con dos personas que conocí muy bien, una de ellas ya no está y la otra, ya no es la misma.

A veces, pienso que la mente se parece a una caja de música, que recibí como regalo, en mi infancia. Tenía distintos espacios, uno para el alhajero, con varios cajones, otro que encerraba el mecanismo, que producía el sonido, una tapa con espejo, un sector donde una pequeña bailarina giraba; mientras se escuchaba la imitación de una
celesta, un lugar con un llave, para dar cuerda y varios recovecos, donde el polvillo parecía querer quedarse a vivir.

Por varias razones, cuando recuerdo a esta pareja, pienso en mi caja de música. En algún momento, casi al final del camino para Él, se encontraron. Los unió el amor por la música clásica, especialmente de celesta. Bailaron al compás de sus deseos, como la bailarina, los minutos que dura la melodía, en esos juguetes. Se amaron intensamente, como si hubieran presentido que el tiempo de estar juntos, sería breve. Después Él se perdió, algo en su mente, se desconectó. Fueron desapareciendo: capacidades, movimientos, recuerdos cercanos, palabras y se llenó de ternura, docilidad, recuerdos de la niñez, necesidad de compañía, alegría por las caricias de sus hijos, suspiros, quietud, silencios, olvidos…

Entre las situaciones que olvidó, estaba todo lo relacionado con Ella, que pasó a ser para Él, una de las tantas personas extrañas que lo cuidaban. Estaban en la misma cajita de música pero en distintos espacios, Ella buscaba conectarse con Él, continuamente, sin lograrlo. Era como si, cuando Ella daba cuerda, Él estaba en el alhajero. Cuando Ella llegaba al alhajero, Él estaba mirando a la bailarina, tratando de entender que pasaba, con la mirada en el horizonte.

Una tarde, Ella lo acompañó a hacerse vapor. Debajo de un gran toallón las cabezas se rozaban, Ella soplaba el agua , para aumentar el humo tibio y exageraba las inhalaciones para que Él la imitara, ahora comprendía más los actos que las palabras. De pronto Él , imprevistamente, la besó en la frente, sobre el cabello empapado de sudor, Ella interrumpió para mirarlo a los ojos y Él volvió a besarla, ésta vez en los labios, con una suavidad infinita. Ella lo miraba con sorpresa, mientras él siguió con los ojos cerrados, por un rato. Al abrir los ojos, Él la miraba con esa picardía del chico que roba un beso, y espera la respuesta de la chica, sonriendo, expectante para ver como reacciona. Hacía meses que no la reconocía. Ahora la miraba como antes, como si volviera de un viaje. Por un momento, estaban en el mismo espacio, volvían a escuchar la misma melodía. Sonrieron debajo del toallón, hasta que El la miró sin entender que pasaba, inquieto, sus ojos se ensombrecieron y de un gesto brusco trató de pararse. La conexión había terminado, su mente volvía a hundirse en su propio caos. Rápidamente Ella retiró el toallón y el recipiente para evitar que se quemara. Se acercó para asistirlo, Él la miraba con el miedo y la desconfianza típica de alguien que desconoce a la persona que lo ayuda pero dejándola hacer, por temor a caerse.

Nunca más volvieron a encontrarse ni sus labios ni sus miradas como esa tarde. Pero esa conexión, alma con alma, además de ser mágica, duró un minuto eterno.

SIL

9 abr 2010

Dos miradas que se cruzan, dos corazones que laten y en un abrazo se funden aunque no puedan juntarse.
Tú me miras yo te miro son dos miradas fugaces que se dicen yo te quiero en esos breves instante.
Nuestras almas son gemelas y en un mismo amor se debaten, muriendo cuando están lejos pues no dejan de añorarse.
Tú me quieres yo lo sé, que yo te quiero tú lo sabes, lo supimos sin necesitar que ninguno de los dos hablase.
Es un amor puro y limpio que igual que los manantiales de nuestros dos corazones esta brotando a raudales.
Los dos sin podernos ver somos dos barcos a la deriva, los dos navegándo sin rumbo sin poder alcanzar la orilla.
Mas si se ven nuestros ojos mil estrellas en ellos brillan, y el cielo, la tierra, y el mar, todo es una maravilla.

Encarnación Aguilera

8 abr 2010

ROMANCE DE LUZ Y SOMBRA

La luna le a dado al mar
cristales negros
para que sueñe de noche
y mirarse en ellos.

Por ser mujer y bella
rie coqueta
y el por besar su luz
se desespera.

Ella juega a esconderse
tras la piedra serena.
El encrespa sus olas
y a los peces dorados
cuenta sus penas.

El ha envejecido lento
trasnochado de luces, coral y viento.
Ella cambio sus velos,
odalisca morena,
bailando en las alturas
su baile eterno.

El se a quedado quieto
agotando su aliento
y en el acantilado
se golpea en silencio.

Y ella cansada al fin
se duerme en el misterio,
empolvando su cara
entre luces y sombras,
entibiando sus besos
y contando luceros.

Soledad
"LA ROSA DEL AMOR"
Entre las hojas de un libro de poemas
se esfumó tu perfume,
entre esas mismas hojas tu color se perdió.
Solo quedó tu tallo y los pétalos secos,
que resguardan los sueños
de una rosa que un día nos brindó su esplendor.
Al tomarla en mis manos recordé tu figura,
tu voz entrecortada diciendo: "es para vos"
Estirando tu mano con timidez altruista
y callando tu boca, lo que la rosa habló.
Fuiste el amor primero, ese que no se olvida;
el que no vivió todo por timidez o error.
Ese amor impecable, el que no se repite,
los amores siguientes tienen otro sabor.
Tal vez se borre el rostro
de ese el amor primero,
pero queda en el alma su frescura,su olor,
perfume a hierbas puras
de aquel amor lejano que el tiempo no borró.
Con él queda la rosa y algunos versos sueltos...
y el recuerdo ...el recuerdo del beso
que mi boca guardó.

ADELA CICIARO

7 abr 2010

EL ACCIDENTE


Claudia terminó de arreglarse. Se miró en el espejo. La imagen que la devolvía era la de una mujer joven, con una media melena rubia y unos grandes ojos marrones, que Ernesto decía tenían irisaciones violetas cuando estaba feliz. Se había puesto un escotado vestido negro que realzaba su figura y hacia detener la mirada en su cuello.
Miró el reloj, ya no tardaría, le había dicho que tomaría el avión de las seis para estar en casa sobre las ocho. Cenarían ellos dos solos y luego habían quedado para tomar unas copas con los amigos. Con los mismos amigos que hacía cinco años los habían presentado. Hoy no solo celebraban su cumpleaños, sino también su aniversario.
Es verdad, piensa, nos conocimos el día que yo cumplía cincuenta años. Me sentía muy deprimida. Eso de cambiar el nueve por el cero, siempre me deprimía. Mis amigas me habían preparado una “fiesta sorpresa”, a la que no tenía ninguna gana de acudir, pero no podía hacerles ese desaire.
Amiga de sus amigos y también de los menos amigos no podía defraudarles. Nada mas llegar al restaurante se le presentaron. Era la única persona de los presentes al que no conocía. Se trataba del delegado general de la empresa donde ella desempeñaba el puesto de responsable del departamento de RR.HH. desde hacía ocho años.
Enseguida congeniaron. Empezaron a salir. El hacía ocho años que se había separado de su mujer, con la que seguía manteniendo una buena relación y ella había enviudado hacía cuatro.
Vuelve a mirar el reloj. Ya tenía que haber llegado. Hace intención de llamarle por teléfono, pero luego piensa que si esta conduciendo no va a contestarla. Pone la televisión y se sienta en el sofá. Toma el portátil. Lo abre. Empieza a buscar unos documentos que tiene que terminar para el lunes. No se concentra. Empieza a intranquilizarse. En la televisión están diciendo algo de un accidente. Apaga el ordenador y presta atención. Efectivamente ha habido un choque en cadena en la Autopista de Barajas. Pero por la hora no puede haberse visto involucrado Ernesto. Tiene que estar a punto de llegar.
Suena el teléfono. Le tiembla la mano cuando levanta el auricular.
- Es Claudia – pregunta una voz masculina
- Si ¿quién llama? – responde
- Claudia no creo que me recuerdes. Nos vimos una vez hace un par de años. Soy el hijo de Ernesto, Ernesto Jr., como tú dijiste.
- Ah, si recuerdo – Un presentimiento la recorrió todo el cuerpo - ¿Le ha pasado algo a tu padre?
- Si, ha tenido un accidente. Dame tu dirección y paso a buscarte de inmediato. Esta en el hospital.
- ¿Pero es grave? – pregunta angustiada. Las lágrimas le ahogan.
- Un poco. Voy para allá
Han echado la última paletada de tierra sobre el ataúd. Nunca he podido soportar el ruido de la tierra cuando choca con el ataúd. Me recorre un escalofrío por el cuerpo. Desde la primera vez que asistí a un enterramiento pensé que yo no quería ser enterrada en la tierra, en un nicho o incinerada era otra cosa.
Entre los amigos que se acercan a darme el pésame, hay personas que no conozco, seguramente amigos de Ernesto, quizá familiares. Mi jefe, compañeros de Barcelona y Madrid. Ernesto Jr se acerca con una joven
- Supongo el mal momento que estas viviendo – me dice – Ella es mi hermana. Mi padre nos hablaba mucho de ti. Era muy feliz contigo. A mi madre le gustaría saludarte.
- No tengo inconveniente sé que se quisieron mucho y que a pesar de su separación seguían siendo amigos.
A un gesto se acerca una mujer. Va completamente de negro y en sus ojos se nota lo mucho que ha llorado. Me tiende la mano. Yo me acerco y nos fundimos en un abrazo.
- Gracias Claudia supiste hacerle feliz, es lástima que la muerte nos lo haya arrebatado. Si necesitas algo cuenta con nosotros.
La gente se va marchando. Me acerco al coche de Amalia que me esta esperando. No quiero volver a casa. No, de momento. Quiero perderme unos días y pensar. Pensar.
Claudia cierra la puerta de su casa tras ella. Por fin esta en su casa. Su casa es su refugio, esta segura que ahora se sentirá mejor. Deja el bolso y el abrigo sobre su cama y se dirige al cuarto de baño. Abre los grifos. Hecha las sales y el jabón y deja que la bañera se llene de espuma. Es lo que mas necesita en estos momentos un reconfortante baño. Le cuesta trabajo abrir la puerta del salón, pero por fin lo hace. Sobre la mesa el ramo de rosas que él le había mandado, Marchitas. El jarrón sin agua y la tarjeta. La tarjeta que acompañaba a las flores

Felicidades mi amor. Nos vemos para cenar. Pon el champán a enfriar para cuando volvamos. Te quiero.

Ha pasado dos semanas en casa de una amiga. Ernesto no pudo sobrevivir a las graves lesiones que sufrió en el accidente. El ruido de las paletadas de la tierra sobre el ataúd la va a volver loca, no puede soportarlo. Se dirige al salón tira las rosas.
Siente un ruido. La llave en la cerradura. El timbre. Se sobresalta. En la televisión hay un programa de bailes. Vuelve a sonar el timbre. En su cabeza siguen sonando las paletadas de la tierra sobre el ataúd. De nuevo el timbre, ahora con insistencia. Se levanta del sofá y va a la puerta. Descorre el cerrojo.
- Hola cariño ¿porqué has echado el cerrojo?
Claudia le echa los brazos al cuello y empieza a llorar desconsoladamente.
- ¿Qué te sucede? Estabas preocupada. Sé que tenía que haberte llamado. Había un lío enorme en la autopista. Creo que había habido un accidente.
Cogidos de la mano entran en el salón. Ernesto sigue besándola. La acaricia el pelo.
- Me había quedado dormida en el sofá – acierta a decir Claudia aún sollozando – y he tenido un horrible sueño. Eras tú el que habías tenido el accidente.
- ¿Fuiste por fin al entierro del “gran jefe – le pregunta Ernesto, mientras se acerca al mueble y prepara dos copas.
- Sí – contesta Claudia – y aún retumba en mis oídos el ruido de las paletadas de la tierra sobre el ataúd. - Lo he pasado muy mal, sabes que no me gustan los enterramientos. Y luego las imágenes del accidente…
- Tranquilízate ya estoy aquí. Tomate la copa y cenamos. Voy a llamar que no nos esperen. Celebraremos solos tu cumpleaños y nuestro aniversario.

Carmen Navarro
LEJOS EN LAS MONTAÑAS

Alcon cetrero
mi corazon iberico
lanza su vuelo
y me enciende silencios,
bosques y fraguas
dentro del pecho.

mientras devora finos
sueños ymiedos
llevandome los pasos
por los senderos,
en los que anduve un dia
con pie pequeño,
mientras bebia el cielo,
sol y luceros.

España herida mia
nuez y cerezo,
arde por ti esta llama
que llevo dentro,
Tierra de magia y piedra
bosque y misterios.

caracolea el tiempo...
desde los tiempos...!!!
Fuerte , altivay serena
asi te quiero!
Con la nostalgia mia
y este destierro.

Hay los hilos del sueño
trenzando en mis cabellos
verdes recuerdos...
Hay los hay que te quiero,
puñal con filo de agua
que me abre silencioso,
torrentes de nostalgias, voces y miedos.
Mientras despeño el tiempo
tras es misterio.


Soledad Robledo Alvarez

6 abr 2010

LA SEMANA TIENE DOS DÍAS

Era lunes otra vez y nuevamente se reunían los siete de siempre, como todas las semanas de tantos meses y tantos años. Aquella tarde el río que dividía los dos pueblos venía cargado de agua. El agua parecía tener prisas para llegar a algún sitio, no necesariamente su destino, aunque toda agua tenga un destino, aunque todos lo tengamos. Y aquellas aguas lo tenían. “Esta agua es buena”, comentó Lucas. “El agua sólo es buena, si es para beberla”, le replicó Plácido, “y bastante daño que está haciendo”, remató conciso para terminar diciendo “Ojalá que el Señor consiga que deje de llover; yo se lo he pedido”. Andrés dejó a todos pensativos y olvidando el tema, mientras todos meditaban sus palabras: “El agua no conoce su destino y por eso no es ni buena ni mala. Pensad que una cosa es saber dónde se va y otra cosa es ir sin saberlo”, apuntilló Andrés.

Eso decía siempre Andrés Mercurio, el farmacéutico: “una cosa es saber dónde se va y otra es ir sin saberlo”. Tenía su mente repleta de sentencias sobre el movimiento y sobre nuestro común destino. Su favorita confesó un día que era de creación propia: “todos los ríos llevan sus aguas al mar del silencio”. Conocía de memoria más de cien citas de personajes célebres. Su apellido parece que ya le había predestinado para estudiar farmacia, pero la realidad es que su padre fue farmacéutico y le preparó la herencia del negocio, le cultivó su vocación y así “la cabra siempre tira a la monte”, como también solía repetir Andrés. Gran viajero, que su buena situación económica le permitía; pero Laura un día le dijo que viajaba tanto, “porque su cuerpo se lo pedía por sus muchas horas de dedicación al estudio y al trabajo, que le venía bien para el estrés y que bien que se lo había ganado”.

Laura era la única mujer del grupo. Nunca se casó y su hermosura era evidente ante los ojos de ellos y los de ellas. Nunca se le reconoció relación con varón del pueblo, pero todos sospechaban que tuvo que haberlas tenido. ¿Tal vez en otro pueblo? ¿Tal vez hace muchos años? ¿Tal vez algún encuentro deprimente en los años de escuela o instituto? ¿Tal vez algún amor torcido en los tiempos de ceguera juvenil? Lo cierto es que era dulce y cariñosa. Era amable sin excepciones. Era inteligente y simpática. Su risa era elegante como la sonrisa. Su busto bien puesto era centro de diana, cuando ella quería miradas, aunque algunas miradas le molestaran. Además había heredado una gran casa con un precioso huerto. Muchas moscas se la acercaban, sí esas moscas que buscan tesoros ajenos. Pero un buen huerto requiere mucho tiempo y el amor requiere una eternidad. En el pueblo, muchos comentaban que era lesbiana. Pruebas no había, ni a nadie debería importarle, pero hay muchos ojos que despiertos solo miran hacia fuera y en casa solo duermen.

- Este miércoles dan un documental sobre el daño que le estamos ocasionando al planeta. Me han dicho que es lo mejor que se ha hecho hasta ahora. Tiene unas sorprendentes fotos tomadas desde satélites. Muy imparcial y sin tintar de dramático. Aportan soluciones. Por lo visto, el ceodós y la superpoblación humana generan efectos más devastadores que las guerras.

Esto dijo Martín, mientras todos le escuchaban en total silencio y mirándole. Nunca le interrumpían. Martín era general retirado (en la reserva activa). Perdió a su único hijo en una misión humanitaria. Nadie hablaba nunca de eso. Era un acuerdo implícito. Él no hablaba de eso y de eso nadie hablaba. Había sido general y ahora era enemigo de las guerras y gran amigo del planeta. Hombre curioso donde los haya: su poema preferido -que recitaba como nadie- era “la canción del pirata”, de José de Espronceda, ése que comienza con “con diez cañones por banda, viento en popa, a toda vela”.

Entre las gotas de lluvia pegadas a los cristales de la ventana, agarradas, adheridas como si no quisieran nunca evaporarse y escudriñarnos desde afuera, varias notas de luz atravesaban las sombras penetrando hasta nosotros.

- “Los problemas del planeta se arreglan solos, Martín”. Le dijo Lucas, que era el hombre más positivo del mundo. Algo supersticioso, sí, aunque inteligente. Pensaba que la Luna influía absolutamente en todos los seres humanos, en el clima, en las plantas, en el cambio climático, en la desaparición de los dinosaurios, absolutamente en todo. Pensaba que era más importante la Luna que el resto de planetas y que toda la galaxia. Que era más importante que los genes. Pensaba que la Luna lo arreglaba todo y ponía las cosas en su sitio. Decía que La Tierra era lo que era gracias a la Luna. Decía que la Luna nos daba la luz reflejada que nos permitía evolucionar relajados, mientras la del sol nos deslumbraba. Eso sí, no creía en los horóscopos ni en la astrología. Decía que la astrología era la ciencia de contentar y asustar a todos, para ganarse un dinerillo unos pocos desalmados.

- “¡Sí, claro, ahora me vas a decir que los lunares de la Luna siempre han estado ahí y que allí nunca hubo flores!”. Le replicó en buen tono David Paz a Lucas. David Paz se marchaba del pueblo todos los sábados muy temprano y regresaba cuando todo el pueblo dormía. Nadie sabía a dónde iba. Nadie sabía nada de los sábados de David. Persona extraña, muy introvertida, pero muy bien relacionada. Conocía a todos y todos le conocían, en nuestro pueblo y en los pueblos más cercanos.

- “Pues un día de estos os tengo que contar de los “chemtrails”, las extrañas estelas que dejan ahora los aviones; dicen que es provocado, para reducir la población mundial” Dijo Juan, apodado “el jueves”, porque dicen en el pueblo que su bisabuelo se le aparecía a su padre todos los jueves para anunciarle que pronto sería el fin del mundo. Juan siempre andaba preocupado con el cambio climático y convencido de que era provocado, siempre pesimista por pensar que la maldad era innata en el ser humano, siempre asustando con tsunamis (aunque el pueblo tenía el mar a distancia de gasolina), con terremotos, con los virus (ni siquiera había contratado internet) y con tantas y tantas calamidades que unos atribuyen al pesimismo y otros a la realidad del optimista inconsciente.

Plácido le interrumpió:

- “Yo no podré ver el documental. Me marcho el martes y no regreso hasta el viernes. Trabajo demasiado. Suerte que solo trabajo cuatro días y medio, de lunes a viernes.” Y terminó diciendo: “Me gustaría verlo, pero me tranquiliza saber que el mismo Dios que cuida de los ateos, cuidará de nuestro planeta y de nosotros… y así se lo pido siempre, y muy especialmente los domingos”.

- “Haces bien, Plácido” le dijo David. “descansa, que también es necesario… que Dios hizo el sábado y el domingo para descansar”.

Alguien comenzó a hablar de la crisis. Alguien dijo que la culpa la tenían los intermediarios. Alguien hizo reír a los demás cuando comentó que “el único intermediario era la semana, que estaba subordinada al mes y era jefe de los días”.
Las ideas fluían. No era necesario leer el periódico. Ya se había leído antes. La crisis se acercaba al pueblo y ya había castigado a algunas personas y a algunas familias.
Yo pensaba que las crisis no existen y nosotros por poco tiempo.

Alguien dijo:
- “Habrá que ir cerrando esto. Yo me tengo que ir. Suerte que mañana es domingo.”

Y alguien le corrigió:
- “No, mañana es martes” Le corrigió el listo con más agilidad mental de la reunión.

Yo también pienso que mañana era domingo, porque siempre que me reúno con ellos disfruto y pienso que todos los días son domingo. Ellos me hacen sentir que pronto volverá a ser lunes y disfrutaré con ellos. Así no se enturbia la alegría ni se aniquila la esperanza. Ellos me hacen pensar que la semana solamente tiene dos días, los lunes y los domingos. Al fin y al cabo, mis lunes también son domingos. Yo sé bien que la semana tiene dos días.

TuLoSabias
De Atajate…


De Atajate era Juan, a minutos de Ronda, minutos que debieron ser horas en esos tiempos. Su esposa, muchos años después repetía : “- Se iba de ronda, allá en Andalucía los fines de semana”, se fué la pobre sin entender que iba a Ronda, a vender sus cabras, a comprar lo necesario, los fines de semana…
Diecinueve años tenía Juan cuando sus padres, agobiados por aquella situación, esa maldita peste que destruyó los viñedos, que lo hizo perder todo…hasta la esperanza, decidieron su partida…
La cosa ya no daba para más. “Nos vamos Rosa…” – dijo Francisco con el rostro cansado, las manos ásperas, el alma inquieta, el corazón en deuda por no haber podido darle esa comodidad que él deseaba para ella, comodidad a la que ella había estado acostumbrada. Sabía que estaba pagando muy caro su engaño. La sacó de su hogar, convenciéndola de su buen pasar con unas monedas obtenidas de la venta de unas cabras que no le pertenecían… y ella compró el engaño, quizás deseando que fuera verdad.
“Nos vamos Rosa…quizás la nueva tierra nos dé una oportunidad”.
Allá partió Francisco con sus hijos mayores, a la tierra de las promesas, de las ilusiones. Al poco tiempo lo siguió Rosa con los tres restantes, entre ellos Juan…
En Atajate quedaron los recuerdos, los afectos, los paisajes queridos, los olivares….la familia que decidió quedarse y luchar ahí, aunque les costara el pellejo…
“Llegaste Rosa…”la nueva tierra los recibió, con ojos asombrados como los de Juan aquella mañana, con los brazos abiertos , como los de Francisco, para quién ella, Rosa, la de los ojos verdes, era su más preciado tesoro.
Pasó el tiempo, Juan, como sus hermanos comenzó una nueva vida, de mucho trabajo, de sacrificios no siempre compensados, abriendo caminos, conquistando lugares.. . No pasó mucho tiempo hasta que Juan se encontró con Elina, una criolla rozagante, cálida, trabajadora y bien intencionada y juntos emprendieron la lucha que significaba por esa época fundar una nueva familia. Llegaron los niños, uno tras otro, Paco, Norma y un tiempo después Roque….
Los recuerdos de su pueblo siempre estaban ahí, en cada comentario, en ese acento andaluz que nunca quiso dejar, para quién quisiera escucharlo… No eran muchos, cansaba un poco oír siempre lo mismo….
Juan no tuvo mucho estudio, sólo brazos y manos fuertes para el trabajo y una mente prodigiosa, que no se cansaba de pensar, de inventar, de resolver acertijos, de fabricar rompecabezas, de proponer juegos de mesa,,,para quién quisiera acompañarlo…No eran muchos, cansaba un poco sentarse a pensar en ratos de ocio…
La mayor de los nietos de Juan, quizás por ser primera y luego supo única hija de su única hija mujer, llegó a su vida y creo, le robó el corazón. Había en su mirada una atención y un interés muy especial , esos ojos grandes, muy grandes, le recordaban a su madre quizás…y escuchaban grabando cada detalle. Cómo le gustaba a la niña oír sus historias…Atajate, sus viñedos, los olivos, el molino aceitero del pueblo donde la familia llevaba su cosecha para recibir luego el aceite que usarían todo el año, las cabras, los perros, las zapatillas que había que tejer con una especie de yute de la zona para proteger los pies, las sierras, los juegos infantiles de la época, el lavadero comunitario, agua que vertía de las sierras, donde las mujeres se reunían a lavar sus ropas y a comentar las novedades del pueblo.

Tanto le gustaba a la niña escuchar esos relatos, que casi sin querer se apoderó de los recuerdos de ese pueblito, lo sentía suyo, como si ella misma hubiese estado ahí. Cómo la ilusionaba conocerlo un día…o al menos que Juan volviera, a cerrar capítulos, a respirar ese aire, a abrazar a los que aún seguían ahí luchando…
En un intento por conservar esos lazos, recuperando direcciones de cartas viejas y olvidadas, se entabla un diálogo a la distancia. Con la familia? Hmmm, no precisamente. Es la novia de Antonio, uno de esos primos lejanos quien rescata uno de esos llamados y oh sorpresa!, la comunicación estaba lograda… Resultaba casi mágico: “Abuelo, llegó carta de España!”, ajando el papel de tanto acariciarla, de leerla y releerla…para quienes quisieran escucharla….No eran muchos, no siempre interesaba saber de tierras lejanas…
Iban y venían misivas, postales, fotos de parientes. Algo es algo Juan, estas cartas traen aires de tu tierra, ¿No era eso lo que querías?…
Y Juan parte un día, sin concretar su deseo, el de volver a España, el de llevar a la niña a su Atajate añorada.
Pero nada queda inconcluso cuando hay sentimientos fuertes y verdaderos, Dios se encarga de eso…
Pasan los años, parecen no tantos a la distancia, pero la niña ya es esposa y madre de dos muchachos que han oído hablar de Juan, nombre que heredó uno de ellos, el mayor, han oído de Atajate, de su significado, saben detalles, que escucharon siempre con ojos grandes y asombrados…como los de Rosa, como los de Juan…
Quiere el destino que esta familia de cuatro, parta junta al País del Norte, “Por trabajo de papá…” decían los niños. Los esperaban dos años de experiencias nuevas, idioma nuevo, amigos nuevos y esperanzas nuevas…
En el País del Norte está todo organizado, si papá tiene buen trabajo mamá no debería trabajar, entonces, ¿qué hace ahí esa propuesta como traída por los reyes magos? Y mamá trabaja, una oportunidad así, no hay que dejarla pasar. Nada sucede porque sí, debe haber una razón…Sí, había algo inconcluso por ahí…y como dije antes: Dios se encarga siempre de eso…. Sí, la suma da exacta, podemos ir a España!!!
Hay que contarle a los niños, hay que rescatar direcciones olvidadas…pero ya no estamos en casa, esas cartas viejas se quedaron en el camino de la mudanza, hay que apelar a la memoria…Hmmm, Pasaje las Flores se llamaba?
“Me siento echando una botella con un mensaje al mar”, comenzaba diciendo la carta…y bueno si no, se puede hacer el viaje por nuestra cuenta ¿no amor, no niños?
Veinte días pasaron y lo que voy a contar parece mágico: “ Amor, niños llegó carta de España!”.
“La botella que tiraste al mar ha llegado a su destino” comenzaba diciendo la carta.
Allá estaban los que se quedaron a luchar, aún a costa de su pellejo. Allá estaban esperándonos con los brazos abiertos como los de Francisco, como los de Rosa…
Resulta muy difícil describir la emoción, la sensación de estar viviendo un sueño, de alcanzar una estrella que parecía tan lejana.
“Después de esta curva verás el pueblo” dijo Antonio, ese primo lejano.
Atajate querida, Atajate añorada…apareciste ahí como salida de un cuento de hadas!
Caserío blanco, como apretado, como abrazando, como acaparando sueños, como esperando a tus hijos desarraigados, como queriendo cobijar a esa niña, que te miraba con ojos grandes, muy grandes, asombrados, como los de Juan aquella mañana…

Vivi Varotta
"MIS ALAS DELIRANTES"
Déjame posar sobre tu honbro
para anidar allí mis fantasías.
Déjame abandonar mi vuelo delirante,
mis alas se han cansado
buscando en el espacio
ampararme en tu orilla.
Este otoño me trajo la tristeza
del vuelo inútil buscando tu refugio.
Deja que pliegue mis alas peregrinas,
ofréceme tu amparo, acércame a tu vida.
Yo se que en este vuelo solo soy golondrina,
que soñó ser un águila volando hacia las cimas,
buscando entre las rocas su destino de vida.
Y no he encontrado nada, y me quedé dormida.
Y me pasaron tantas primaveras encima
que desperté de pronto,
y reanudé mi vuelo de locas fantasías.
Estírame tus brazos caminante indolente,
ya no quiero estar sola.Me ha vencido la vida.
¡Por piedad,hazme un hueco
entre tus manos tibias!
ADELA CICIARO

5 abr 2010

"MALOS RECUERDOS"
En las profundas cavernas de tu mente
suelen hallarse oscuros pensamientos,
que no quieren salir a la luz y te marginan
robándote la claridad y el tiempo.
Libérate del aberrante sufrimiento que fué...
pero del que no queda
más que las amarguras que en la mirada dejan.
Levanta tus ojos a la luz, el sol te espera.
Aleja de tu mente los nefastos recuerdos;
hoy es tu tiempo, aunque no lo creas.
No hay pasado que marque un derrotero...
si en el presente hay luz
deja las sombras del ayer...olvida.
Mírate en el espejo de tu hoy
en el verás por fín la claridad del día.
La noche quedó atrás y con ella,
las vivencias oscuras de tu vida.
Arrójalas al mar,el agua purifica
y cuando vuelvas los pasos por la arena,
levanta tu mirada y sonríe...al primero
que al mirarte...te sonría.
ADELA CICIARO

1 abr 2010

Lo mío




Quiero volver a vivir, recorrer el huerto,
cosechar los frutos, acaparar sentimientos,
alimentarme de besos y compartir emociones;
y en la copa burbujeante de los brindis
reflejarme; y en los ojos de mis hijos…
y en la mirada de todos, encontrarme.

Quiero agradecer a Dios por la unión de la familia,
por la salud y el trabajo; por colmar la mesa diaria
de panes y bendiciones; por encontrar semejanzas
en los hoyuelos y gestos, en las muecas y miradas
de los niños; y en la pícara sonrisa contagiosa,
provocada por la carga intencional de las palabras.

Quiero retomar atajos, recordar por siempre el
poema 20, el del corto amor y el del largo olvido;
desandar caminos y llegar al cruce de las travesuras;
y acunar los nietos; y jugar con ellos al abracadabra,
al armar palabras; al juego de las escondidas…
y al juego de los encuentros.

Quiero guardar la caricia de las flores que caían de
aquel viejo paraíso, en el balcón de la casa; de esa
casa y esa calle, que poblaban por entonces los
naranjos, con azahares embriagando las mañanas
de dulzores, antes que noviembre llegue y antes
que los hijos partan.

Quiero quedarme y que sepas que aquí estaré;
por si quieres encontrarme, muy cerquita
del susurro de tu voz, al pronunciarme.
Quiero estar siempre presente, como esplendor
luminoso, en tus triunfos, en tu historia.

Y estaré también allá, en alguna madrugada, justo
a la hora en que el sol pretende alumbrar el día,
resistiéndome a partir como el lucero del alba.

Elva Ester Varotta

30 mar 2010

...me iré muy lejos,
más allá de esas sierras,
más allá de los mares,
cerca de las estrellas
para pedirle a Cristo,
Señor, que me devuelva
mi alma antigua de niño.

F. García Lorca




EL CRIMEN

Todas las primaveras jugábamos al escondite entre los trigales cercanos a Bórmigos. Una de aquellas tardes, escondida entre las cañas del trigo, vi cómo junto a una torrentera, un hombre mataba a una mujer. Ella gemía y gritaba, casi sin fuerzas, mientras intentaba librarse del hombre apretándole el tórax con los brazos en un desesperado esfuerzo para asfixiarlo. Él profería palabras ininteligibles, le mordía reiteradamente el cuello con gestos de oprobiosa saciedad y la golpeaba brutalmente con su cuerpo como si quisiera aplastarle las entrañas. El miedo me paralizó las piernas y una especie de voz interior me decía que no debía gritar ni decir nada.

En unos instantes la mujer dejó de gemir, el hombre se apartó de ella y quedaron los dos, inertes y supinos, medio desnudos sobre el suelo, mientras varias golondrinas surcaban el tibio azul de la tarde de junio con sus gráciles vuelos en busca de insectos. Aunque la luz cegadora del poniente me distorsionaba las imágenes, por entre los filamentos de las espigas pude ver que la muerta, dulce y sonrosada, era Enriquilla la del Sojo y el asesino, sudoroso y con los ojos llameantes, parecía José el Marteño, un albañil que trabajaba en las casas de Bejarano. Era una situación angustiosa mitigada apenas por el gorjeo de las golondrinas, como saetas oscuras que atravesaran el aire transparente del atardecer.
En un determinado momento, estando apenas oculta por unas cañas, vi que el criminal se incorporaba e inclinaba su cara hacía los labios exhaustos de la víctima, tal vez para asegurarse de que ya no respiraba. Sólo entonces el vacío de mi cabeza se inundó de ficciones que me hicieron tomar conciencia del peligro que corría en aquel descampado y me dieron fuerzas para salir sigilosamente del trigal y echar a correr luego por la vereda, envuelta en una humareda de polvo. Sentía en mi cara los quiebros del aire como caricias de una mano tibia y a mis espaldas oía a mi amiga Gregoria, que con un piedra daba tres golpes sobre un poste del tendido eléctrico mientras gritaba:

-Una, dos y tres. Descubierta Julia que va corriendo por el camino.

Pero no retrocedí hacia donde estaba Gregoria como mandaban las normas del juego sino que corrí hasta mi casa y me encerré en el dormitorio sin atreverme a hablar con nadie. El miedo que circulaba por mis arterias me pulsaba las sienes y un inevitable fluir de conciencia empezaba a señalarme como infame encubridora de aquel horrible crimen. Si yo hubiera gritado con fuerza o hubiera corrido a pedir auxilio a la era cercana, tal vez Frasco Gaspar con un bieldo hubiera podido espantar al asesino. Sin embargo, aquel pánico que me había inmovilizado las piernas y aquella fuerza extraña que había amordazado mi boca se habían confabulado entre sí para hacerme espectadora impasible, casi cómplice, de la muerte de la pobre muchacha.

Devorada por una horrible sensación de culpabilidad, aquella noche no pude conciliar el sueño. Apretaba los párpados y veía al criminal, duro y terrible, cortando los hilos de la vida para tejer la sombra helada de la muerte. Y me imaginaba a Enriquilla, con el cuerpo en flor, metida en su caja, como la Bella Durmiente, pero muerta de verdad, rodeada de cintas y flores. Cintas azules, lirios blancos, rosas amarillas, cintas lila. Aquellas imágenes me torturaban las retinas hasta desencadenar en mi interior un vértigo de inquietud que ahuyentaba al sueño.

A la mañana siguiente fui con mi madre a la tahona y encontré allí a Enriquilla la del Sojo hablando tranquilamente con las cotillas del pueblo. Estaba radiante y feliz, más viva que nunca, y mis ojos no daban crédito.

Unos meses después, Enriquilla se casó con el Marteño y a la salida de la iglesia los vecinos les arrojaron trigo y arroz como mandaba la costumbre. El aire olía a azahar y a perfume. Al atardecer, cuando el sol era ya un círculo de oro sobre las colinas, comenzó la fiesta en la explanada de Roque, donde los novios, junto con algunos vecinos, bailaron hasta la medianoche al son desfallecido del acordeón de Pepe el de la Cuesta.

Y durante mucho tiempo me estuve preguntando qué misterio se ocultaría en el extraño suceso del trigal.
A. María Rodriguez
Yack

A los seis años el mundo es diferente. Sobre todo cuando uno tiene seis en la época en la que la televisión todavía no es el centro del paisaje casero y la computadora y otras yerbas no aparecen ni en los sueños de los videntes.
En esos lejanos , arcaicos, tiempos, mi mundo era pequeño, se componía de sólo tres lugares; el viejo departamento en San Telmo, lleno de sol, con los pisos de madera siempre recién lustrados, la escuela que olía a polvo, pájaros embalsamados y papeles amarillentos , y el Parque Lezama, mi propia versión del paraíso. En ese mundo, todavía no se sabía de guerras, miseria ni crueldades. Sin embargo, o tal vez justamente por eso, mi idea de la felicidad y la desdicha era bastante particular; la humanidad se dividía en dos mitades, los afortunados eran los que tenían un perro, los otros, eran los desdichados. Demás está decir, en qué mitad habitaba yo.
Mi abuela tenía postulados inapelables; el perro necesita tierra, así que en un departamento, nada de perros, (yo me preguntaba en ese entonces, igual que ahora, si los chicos no necesitaban tierra, aire libre, árboles, pero parece que no, que los cachorros humanos pueden prescindir de todo eso y vivir perfectamente dentro de una gran caja de cemento) Además, los perros contagian enfermedades (por suerte los humanos no,).
La Ley era respetada en casa, y aplicada sin excepciones, manteniéndome como habitante permanente de la mitad oscura de la humanidad.
Entonces apareció Jack.
No recuerdo el instante mágico en que nos conocimos, como sucede casi siempre cuando nos topamos, sin anuncios previos con quien será “el Gran Amor”.
Jack era el dueño de una humana inglesa que lo adoraba.
Como buen terrier escocés, tenía un muy británico aire de superioridad. Años después, descubrí que otras razas son capaces de las más conmovedoras expresiones de tragedia, mientras que los terriers escoceses, siempre parecen un poco ofendidos. De todas maneras, Jack condescendió a brindarme su amistad y su afecto.
Dos veces por día, puntualmente, acompañado por su humana, cruzaba la calle para pasear por el parque Lezama. Cuando pasaba por el segundo piso, ladraba en su camino de ida, en el de vuelta, (sólo a la tarde, ya que a la mañana yo cumplía condena en la escuela), los ladridos eran mucho más fuertes y exigentes, hasta que los torpes humanos entendimos el mensaje, y a la vuelta de sus paseos hacía una escala de visita en mi casa.
Al principio, él y Mrs. Grow, se quedaban un rato, después él se quedaba solo jugando conmigo.
Hacíamos cosas prohibidas; nos revolcábamos en la alfombra y él me lamía la cara, especialmente la boca. Con éstas experiencias (clandestinas), quedó científicamente demostrado que lo de los contagios era un cuento; nunca le contagié nada.
Después de un rato, dejaba de jugar y se iba para la puerta, la visita había terminado, y yo lo acompañaba hasta su casa.
Por un tiempo, el Mundo, (el mío), fue un lugar más feliz.
Como todo el mundo sabe, no hay tiempo más corto que el feliz Mi tiempo de dicha no fue la excepción y llegó pronto a su fin.
La Sra. Grow tenía un hijo que hasta ese entonces, no figuraba en mi inventario de vecinos; estaba estudiando en otra ciudad. Hasta que un día se materializó como un joven Médico, que volvía a vivir en su casa materna,….con su flamante esposa.
En mi ignorancia y candidez, la aparición de estos personajes, no me pareció amenazadora, ni siquiera pensé que podrían tener algo que ver conmigo .Pero, ¡hay! La recién casada en poco tiempo quedó embarazada, y unos meses antes que llegara el bebé, Yack fue exiliado de su hogar, mejor dicho expulsado, por aquello de los pelos, y el peligro mortal que implicaba para un bebé convivir con semejante generador de enfermedades y catástrofes.
Yo no podía creer que pudiera pasar una cosa tan terrible, tan injusta, y tan estúpida pero no tuve más remedio que notificarme de mi ingreso (involuntario) al mundo real.
No lo vi nunca más. Sin embargo, medio siglo y muchos perros después, aún, con sólo nombrarlo, evoco la sensación de frotar la cara en el raso negro de su pelo, su olor, el ruido de sus uñas cuando corría sobre el piso encerado.
Yo sé que estás en alguna parte, y sé que lo sabés Yack, pero quería decírtelo una vez más, nunca, nadie pudo expulsarte de mi corazón.

Silvia Perrin

27 mar 2010

HOMENAJE A LAS MADRES.
No existe en el mundo entero
muestra de mayor cariño
como el gesto de una madre
dándole el pecho a su niño.

No han pintado los pintores
cuadro de mayor belleza
que a una madre con su hijo
cuando le está dando "teta".

Y, cuando tambaleante
marca sus primeros pasos,
al lado tiene a su madre
llevándole de la mano.

Y a la hora de levantar,
como todo fiel cristiano,
al signar y santiguar
le va llevando la mano.

Y cuando una enfermedad
a la cama al niño lleva,
velando está su mamá
juntito a la cabecera.

Cuando lo lleva a la escuela
se admiran de su talento,
porque mamá le ha enseñado
las letras del alfabeto.

Tan sublime y verdadero
es el amor de las madres,
que no hay en el mundo entero
otro que pueda igualarle.

Es un amor tan sincero
y tan desinteresado;
pués las madres lo dan todo
y no exigen nada a cambio.

Cuando falto de experiencia
el chico sale a la calle,
de los peligros que encierra
le advierte siempre su madre.

Si, desoyendo consejos,
se ve metido en un lío,
allí está siempre su madre
defendiéndole con brío.

Para obsequiar las mamás
y para hacerles regalos,
se ha establecido una fecha:
primer Domingo de Mayo.

No busquéis regalos caros,
que os lleven del mes la paga;
tenerlo siempre muy claro:
"amor con amor se paga".

Un abrazo, un beso y una flor,
cuando se dan con cariño,
es el regalo mejor
que ofrece, a su madre, un niño.

No tiene que ser un día,
ni esperar un año entero.
Debe hacerse cada día
con un cariño sincero.

Tantísimas son las cosas
que debemos a las madres,
que todo el oro del mundo
es poco, para pagarles.

El cantante "Camarón".
hallándose en la agonía,
dijo, con mucha emoción:
¡¡Qué tengo yo, MADRE MÍA!!.

Fausto Alfaro Martinez

22 mar 2010

El pisotón


EL PISOTON
Carmen Navarro Fernández


¡¡Ayyy!! ¡¡Ayyy!!
Nada que no se entera. Ni siquiera se ha dado cuenta de que me ha pisado. Claro que con esas horribles botas que lleva… ni lo ha notado.
La gente joven va ahora vestida de una manera muy rara con esos pantalones todos rotos y esas camisetas con horribles mensajes y si los mirar a los pies ya es el colmo. Botas militares u horrendas deportivas, en las que deben pasarlo fatal personas como yo, con esos olores y en un recinto tan incómodo. Y aún te quejas tú.
Nosotros somos unos privilegiados, María se desvive por nuestro bienestar. Ninguna noche se olvida de masajearnos con una buena crema.
En el verano se preocupa de que vayamos fresquitos y en el invierno no escatima a la hora de comprarse unos zapatos de la mejor piel para que estemos cómodos, lo único malo son los tacones, como la gustan tan altos hay veces que nos incomodan un poco, pero todo se lo perdono por el cariño que nos tiene. Y si no veamos.
El otro día yo me encontraba mal, había tropezado y me había magullado un dedo, pues se quedó en casa para que yo no sufriera.
- Bueno, tampoco es para que te pongas tan henchido de orgullo por eso. Se quedó en casa porque no podía calzarse y si no dime ¿No salió a bailar al día siguiente sin preocuparse mucho de ti?
- - Si porque vino Luís a buscarla con el coche.
Luís, como me trata, soy su preferido. Cuando se queda aquí a pasar la noche con María, hay que ver los besitos que me da, aunque es verdad que los besitos suben y suben y desde mi posición no logro ver hasta donde llegan, pero me imagino que muy arriba y a María le deben gustar mucho porque la siento reírse y me doy cuenta que es feliz con Luís.


Ya sé que hay pies más famosos que yo, los de los futbolistas, por ejemplo, el de Ronaldo o Platini o Di Stefano que se han llevado el Balón de Oro, o los de Fred Astaire y Ginger Rogers bailando claque , pero me conformo con ser el pie de María, porque hay que conocer a María. Alta, 1,70, morena, con unos maravillosos ojos verdes, aunque la verdad es que me cuesta trabajo vérselos desde tan abajo, ¡Y como viste! Siempre tan elegante, no hay mas que ver los zapatos que siempre lleva. En verano sandalias y en invierno zapatos de finísima piel, casi nunca lleva botas, seguramente pensando en nosotros, aunque como digo lo de los tacones es a veces un martirio.
Alguien podría pensar que desde mi posición en el cuerpo no me entero de lo que pasa por arriba, pero no es así. Por ejemplo yo sé todo lo que pasa debajo de las mesas. Las señoras que se descalzan porque no pueden soportar los zapatos que se han comprado para esa boda o las que se los quitan para insinuarse con el señor que tienen al lado, metiéndoles el pie por la pernera del pantalón, mientras le miran con una sonrisa inocente y él empieza a ponerse colorado y poner cara de circunstancias, porque la señora esta como un tren.
Pero yo soy feliz de ser el pie derecho de María y tú no debes preocuparte por ese incipiente “juanete”, ya sabes lo que ha dicho la podóloga, que un “juanete” detectado a tiempo en una persona tan joven tiene fácil arreglo, una pequeña incisión y listo.
¡¡Ayyy!! ¡¡Ayyy!! Otrro pisotón, la gente es que no se fija.
- Oiga que me ha pisado ya dos veces – le dice María – Pero él sale del metro dando empujones y pisando a todo el mundo sin enterarse.

16 mar 2010

CARTA A UN AMOR AUSENTE

MI AMOR... ESTOY PASANDO EL INVIERNO DE TU AUSENCIA,
NOCHES LARGAS, LLENAS DE SILVOS DE LOS VIENTOS,
QUE NO ME DEJAN OLVIDAR, QUE TU ESTAS LEJOS.
PARECERIA QUE MIS PARPADOS FUERAN TRANSPARENTES,
QUE AUN CERRANDO LOS OJOS,... VEO EL VACIO QUE TU DEJAS.
TODO ME DICE QUE NO ESTAS,,
EL VIENTO SOPLA FUERTE... MI GUITARRA TOCA TRISTE.
MAS PRONTO VENDRÁ EL VERANO EN NUESTRO AMOR....
SERA EL DIA QUE TU VUELVAS,
ENTONCES,. ME ACOSTARÉ EN LA PLAYA DE TUS PECHOS
Y TU ALIENTO SERÁ LA BRIZA QUE ME HABLARA DE AMOR,
ME BAÑARE EN TU BOCA ..... ME BEBERE TU AMOR....
NO LE DIRE AL MUNDO QUE ERES MIS,... NI LOS PAJAROS LO SABRAN,
A MI GUITARRA LE CORTARE LAS CUERDAS, NUNCA NADIE LO CONTARA .
SOLO TU CUERPO Y EL MIO, SOLO ELLOS LO SABRAN..........
¿ ESTAS ENAMORADO ? ,,, ME PREGUNTAN........... YO LE RESPONDI... SI
DE QUIEN ME INTERROGAN NUEVAMENTE..... DE TODO LE RESPONDÍ .
PERO CUANDO SE ESTA ENAMORADO, ES DE UNA MUJER......
Y LO ESTOY DE UNA MUJER, QUE ESA MUJER ES TODO Y TODO ES ESA MUJER.
¡ ASI ! .... ¿ Y DONDE ESTA ELLA AHORA ? .... AQUI... ¿ NO LA VES ?
ME MIRO COMO A UN LOCO, SE RIO Y SE FUE.....
YO PENSE CON PENA..... POBRECITO... NO ME ENTENDES.
ES QUE NADIE TE VEIA MAS QUE YO, UNA ENVOLVENTE CAPA DE AUSENCIA,
TE HABIA HECHO INVISIBLE.... NADIE TE VEIA MAS QUE YO.....
TE LEVANTASTE... ME LEVANTE... ME ABRAZASTE... TE ABRACÉ,
ME BESASTE... TE BESE, ... Y SE POSO EL CICLON EN LA MONTAÑA,
EL MAR ALISO SU ALFOMBRA DE AGUA... SESO EL RUGIDO LA CIUDAD DORMIDA,
TOCO SU ENORME VIOLIN EL ARCO IRIS,
Y SU MUSICA ENVOLVIO NUESTRO AMOR, ................
¿ UN INSTANTE ? ... ¿ UN SIGLO ?.......... SOLO LO SABE DIOS..
DESPUES, AMANECIO CON LUZ NUEVA,
SE ELEVO NUEVAMENTE EL CICLON DE LA MONTAÑA,
EL MAR ARRUGO SU ALFOMBRA DE AGUA,
CESO SU ENORME VIOLIN EL ARCO IRIS,
REVIVIO EL RUGIDO LA CIUDAD DESPIERTA....
Y SOLO DOS FLORES ENTRELAZADAS, CAIDAS EN EL CESPED
AMANECIERON MUERTAS.

Rolando Dumas
FANTASÍAS EN EL CAJÓN

Siempre habíamos sabido que mi abuela guardaba un secreto. No sabíamos lo que era

pero lo que había en el primer cajón era intocable. Así nos lo hizo saber a mi hermana

y a mí desde nuestra mas tierna infancia. No es que fuera severa con nosotros al contra-

rio era una persona agradable y cariñosa, embutida siempre en ropas oscuras que la ha-

cían parecer mayor de lo que era a nuestros ojos de niños. Jugábamos a piratas pensan-

do que el contenido podría ser el mapa de un tesoro. Con los cojines formábamos una

especie de isla y le cogíamos a mí madre una maceta de helechos y la plantábamos en

el centro como si fuera una palmera. Yo hacía de John Silver El Largo uno de mis per-

sonajes favoritos de aquella época y por lo tanto el encargado de esconder el tesoro y

mi hermana dos años menor que yo era la especialista en localizarlo con las pistas que

yo le había dibujado en el supuesto mapa de la abuela.

A pesar de las advertencias hubo algunos intentos por nuestra parte de saber el conteni-

do pero siempre nos pillaban parecía haber un complot en contra nuestra pues lo único

que conseguíamos era una semana de castigo sin ver la televisión y sin salir de nuestro

cuarto. Eso ayudó a que comprendiéramos que aquello no se tocaba pero a la vez está-

bamos mas decididos a saber lo que había dentro. Habíamos formulado una nueva teo-

ría. Creíamos que la abuela había tenido un novio que murió durante la guerra y que lo

que guardaba con tanto celo era una foto suya. Así que cambiamos la isla por trincheras

cogimos los palos de la escoba y el recogedor a modo de armas y formábamos la guerra

en el salón. Por supuesto yo hacía el papel de valiente soldado que protagoniza algunas

gesta importantes antes de caer abatido por el fuego enemigo mientras mi hermana era

la dolorosa novia que contempla la foto después de haber recibido la noticia de su muer-

te. Este juego nos duró unos meses hasta que mi hermana pensó que había otra posibili-

dad. Quizás fueran cartas de nuestro abuelo ya fallecido de cuando estuvo en el servicio

militar en Jaca. Yo me opuse a este juego pero esta vez mi hermana impuso su criterio y

a mí me tocó hacer el papel no deseado de novio. Paseábamos por el salón cogidos del

brazo y manteníamos las supuestas conversaciones que habían mantenido nuestros a-

buelos. Volvimos a cambiar el decorado y esta vez los cojines se convirtieron en una es-

tación de tren donde teníamos una dolorosa despedida. Yo manteniendo el tipo de que

no pasaba nada y mi hermana prometiéndome esperarme los tres años que duraba la mi-

li. Yo me cansé pronto de este juego y para darle a mi hermana otra alternativa le pro-

puse la idea de que quizás fuera un testamento. Acogió la idea con agrado pues su fan-

tasía no parecía tener límites en aquella época. Para ser sinceros ahora tampoco, conti-

núa igual. Este guión nos resultó mas complejo pues no sabíamos que personaje iba a

ser el protagonista. Yo propuse al abuelo pero mi hermana decía que no, que la abuela

ya había estado tres años sola cuando la mili. Así que le colocamos a mi abuelo que era

hijo único un hermano postizo y ya teníamos al tío de América. Ayudados por la bola

del mundo que teníamos en el cuarto elegimos como país Paraguay. Nos sonaba bien

fonéticamente y nos pareció un país exótico amen de que tenía minas de esmeraldas.

Yo haría dos papeles, el del tío trabajando en la mina y el del abogado que lee el tes-

tamento. Mi hermana haría el rol de mi abuela cuando le dan la noticia de que es rica.

Volvimos a coger los cojines y apoyándolos contra la pared simulamos que era la mina

y mientras yo trabajaba sin parar para conseguir mas esmeraldas. Para ello le habíamos

tomado prestado a nuestra madre el barreño de tender la ropa y las piedras con las que

adornaba sus macetas. Cuando creí que ya tenía suficientes empecé a comprar casas y

fincas y como nunca había tenido tiempo de casarme al morirme todo fue para mi her-

mano. Desmontamos la mina y con la mesa baja del salón y con los cojines a modo de

silla procedí a la lectura del testamento. Mi hermana hizo una aparición estelar fruto de

su histrionismo. Ataviada con ropas de mi abuela más parecía una dolorosa que una ri-

ca heredera. Su cara de felicidad fue genuina al comprender el enorme legado que le ha-

bía correspondido, lo vivía como si todo fuera verdadero y no producto de nuestra ima-

binación.

Así pasamos los años de nuestra infancia de juego en juego y de rol en rol siempre a-

compañados por nuestros cojines para montar los escenarios. Ahora al mirar hacia atrás

lo recuerdo con una gran nostalgia pues nuestra abuela sin pretenderlo azuzó nuestra

imaginación de una forma que de otra forma no hubiéramos sido capaces de conseguir.

Ahora venimos los dos agarrados de la mano y tristes por el sepelio de la abuela pero a

la vez compenetrados en nuestras miradas y en nuestros pensamientos. Llegamos a casa

y nos vamos directos al salón. Cómo siempre el sobre estaba en el primer cajón.


MAR GONZÁLEZ ALBERTO

04/11/2008

A Rocha de Lugo

A ROCHA DE LUGO

Pepiño era un rapaz que sempre axudou os seus pais viñan da escola á casa e ir para as
montañas co gando. Mentres os animais comeron inclinou-se contra unha rocha e adormeceu, a súa imaxinación voaba naquelas montañas de Lugo, soños irrealista e pedras máxicas. Acordose do sono atope algo nas súas mans era unha pequena cruz de pedra gravado con algo que tiña visto en seus soños.

Os seus pais vivían no campo, non había diñeiro ea casa era vella. Os soños poden realmente realizarse. Á noite, a lúa chea estaba fóra da fiestra sen facer ruído e foi á bodega de incorporarse un saco. Confiar un santo e tremendo como foi o lugar que tiña estado no período da tarde, poñendo a pedra sobre a que tiña caído no sono e apartandose cheo de pánico fixo xixi na calza, como a gran pedra partiu, deixando un burato debaixo dela. Cheo de medo veu e algo brillante e empezó a encher a pequeña bolsa que había cojido en la bodega de su casa. Presinandose salio corriendo monte abajo rezando al señor y dando gracias por aquello que el no sabia lo que era.
Pero sí lo habia cojido, tiña no soto da súa casa. fuxiu para abaixo a prensa monte a orar ó Señor e dar grazas por o que el non sabía o que era pero tiña visto en soños. Como el fora a fora da xanela e entrou a través e axexao das montañas de Lugo era a súa terra onde el naceu, alguén adormeceu. Pepe o día seguinte volveu cos seus animais e se sentou na pedra e se lembrou do que pasou na noite anterior, porque tiña esquecido. separar-se do roche recordou. Eu fixen unha cruz con pequeno risco que atopou no chan. Foi a casa cos animais no cuarto e retirar a bolsa e viu que as cousas estaban no interior que brillaba. Chamar á súa nai porque o pai estaba ocupado cos animais e díxolle que tiña acontecido e mostre a ela o que eu tiña na bolsa pequena. Espanto de súa nai desmaiou e foy correndo a contar a seu pai e explicalle o que tiña acontecido, mentres súa nai xa estaba a ver todo o que tiña traído Pepiño. Seu pai dixo Pepe pequeno, pero agora estamos ricos, podes ir para a facultade e estudar. A si é que o neno se pode facer un gran enxeñeiro.
El sempre visito a rocha e deulle aperta e mesmo despois de tantos anos, non podía explicar o que tiña acontecido.
Agora eu termino a historia remata nunha noite de tronos e lóstregos. ¨¨O XAN ¨¨

Sentimientos



Sentimientos

Siento cada vez que el viento suena,
una caricia en mi cara, en mis labios
tus besos con sabor a miel.

Siento que el pasado vuelve a mí que viajo
en el tiempo, y tu giras a mi lado.

Siento las caricias delicadas de tus dedos acariciándome,
el perfume de tu cuerpo.

Te acuerdas cuado en el jardín , sentíamos el olor
ese olor a Rosa y de gotas lluvia que humedecían mis labios.

Te fuiste amor mío y te llevaste contigo parte de mi alma,
el jardín seco en el tiempo.

Ya no hay flores en nuestro parque, pero aquí dentro de mí aún
están tus rosas llenas de gotas de lluvia.
¨¨O XAN¨

Nai


Nai

Cantos anos fai que me deixaches

Neste val de bágoas, sen aperta e

cariños sen calor do seu peito.

Vostede viaxou no barco do destino.

Miña nai onde esta vostede agora.

Meu cabelo fíxose xa de prata como

era o seu miña ¡Nai!

Os recordos seguen vivos dentro do

meu peito miña nai.

As bagoas veñen nos meus ollos,

lembrándote nai.

¨¨O XAN


15 mar 2010

“A TU LOURO QUERIDO”

Es un lugar al sur de Galicia,
un lugar llamado Louro.
Amotinado desafía el mar.
Donde apenas viviste. Donde moras ahora
y, a veces en sueños,
moro yo contigo.
El nombre empapado de tu mar
te escurría de la boca.
Por caminos de ovejas descendías
a la playa, el mar batía
en aquellas piedras, en estas sílabas...
Mis ojos se perdieron ahogados
en el fulgor
del último o del primer día...

¡¡¡ Era la perfección, amor mío !!!


Maribel
SI YO TUVIERA ALAS

Que haría … si yo tuviera alas…?
Quizá me asustaría sabiendo el poder
que utilizarlas me otorgaba.
Pensar en poder volar
me permitiría salvar incluso almas
intervenir en mil historias
cambiarles el final si no me gustaran;
ese poder tal vez me transformara
y me hiciera olvidar que soy humana
o es posible que el hambre terminara
llevar volando de donde sobra a donde falta
que las guerras dejasen de ser tal
transportar muy lejos la palabra
que nadie la conozca “ guerra “ erradicada.
Que un coro de alas ayudase a la tierra
a ser de nuevo remodelada
sin agujeros negros sin trampas
para que no nos devolviera
lo que se le saca con saña.
Que haría si yo tuviera alas?
Permitirme soñar con que la vida
será por siempre respetada y deseada
para todos en igualdad sin fisuras ni fallas.
Casal
IMPOSIBLE

Si pudiera mi pecho cantar sus esperanzas,
sus locos desvarios, su insensato soñar.
Decir a todo el mundo que te quiero en silencio,
sabiendo lo imposible de mi pena de amar.
Si el pájaro amarillo del dolor de mi alma
escapase algún día de su honda prisión,
te diría al oído lo mucho que te quiero,
con el dolor ingrato de callar mi pasión.
Nunca sabrás princesa, lo que con fuerza guarda
este corazón tuyo que alienta a su pesar.
Pero aunque tú lo ignores, aunque jamás tus ojos
me miren tiernamente, ni de tu boca salgan
las anheladas frases alentando mi amor,
te seguiré adorando, admirando de cerca
la gracia de tu andar, tus castaños cabellos,
lo feliz de tu risa, lo fresco de tu voz.
Jamás tendré la dicha de oir una palabra
que dedique tu alma al pobre corazón
que desde la sombra vive envidiando celoso
a aquel favorecido que te besa en la noche,
que acaricia tu pelo, que apoya su cabeza
sobre tu blanco pecho de pétalos en flor.
Por eso yo lo odio, por eso lo aborrezco,
por ser dueño del mundo, tu gran mundo de amor.
Por eso morir quiero antes de confesarte
hincado de rodillas ante el gran pedestal
en que te tengo erguida desde que supe un día
que te amo mi reina, sin ninguna esperanza
de que tú nunca sepas esta mi gran verdad

Antonio Peña Ventura

14 mar 2010

SOÑÉ CON DIOS ( adaptación )

ANOCHE,... SOÑÉ CON DIOS ... Y LE PREGUNTÉ
SEÑOR ¿CUANDO DEJARÁ DE HABER NIÑOS HAMBRIENTOS EN L MUNDO ?
Y DIOS ME DIJO...--- 100 AÑOS DESPUES DE TU MUERTE.-
Y VOLVÍ A PREGUNTARLE......
SEÑOR.¿CUANDO DEJARÁ DE HABER POBRES Y ENFERMOS EN EL MUNDO
DIOS ME CONTESTÓ ...100 AÑOS DESPUÉS DE TU MUERTE.
Y LUEGO LE PREGUNTÉ........
SEÑOR....¿ CUANDO PODRÉ VOLVER JUNTO A MI MUJER AMADA ?
. .......... Y DIOS,... LLORÓ

Rolando Dumas (Argentina)
DIA DE REYES

Sobre la mesa del salón un enorme ramo de flores, más concretamente de rosas rojas y junto al ramo un pequeño paquete en el que el lazo que lo adorna es casi más grande, sobre todo porque es rojo, como las rosas. Todo demasiado llamativo, es como si la persona que lo hubiera dejado allí pretendiera que no pasará desapercibido, ni las flores, ni, sobre todo el paquete.

Han terminado las Fiestas. A Carmen le ha tocado como todos los años, preparar todo; comprar la cena de Nochebuena, Nochevieja, reunir a toda la familia una semana antes para preparar el “Amigo invisible”, costumbre que se ha impuesto desde hace unos años y que no recuerda de quien salió tan brillante idea. Poner esa bonita mesa para la cena y por supuesto cocinar ella misma, porque ella cocina tan bien, opinan todos, todos los que quieren aparecer tan guapos a las 10 de la noche y sentarse a esa bonita mesa y degustar esa maravillosa cena, pero a ella se la ve tan feliz cuando todos halagan el menú y lo bien que ha quedado todo.

Y ella, Carmen, cuando felizmente ha terminado todo, incluido el día de Reyes, porque sí el día de Reyes es el culmen de todo el festejo. Regalos para todo el mundo, este día no se celebra el amigo invisible, todos los regalos se saben de quien provienen.

Y todos los años al final de este día, Carmen se hace el firme propósito de que es el último año que se embarca en este barco. El próximo año (que ya es este) se embarcará, pero en un barco de verdad. Se preparará un crucero y se irá ella sola a pasar Nochebuena, Nochevieja y hasta Reyes. Pero no, que va. Volverá a adornar la casa, preparar compra y regalos y hasta montar el Nacimiento, es verdad que cada año es más pequeño, pero también es verdad que en él no faltan los principales personajes: El portal completo, hasta con el burro y la vaca, la lavandera (que este año no tenía río), la vieja asando castañas, las ovejitas y por supuesto los pastores y yo: la estrella que guiará a los Reyes hasta el Portal para que lleguen el día 6 cargados de regalos, aparte de los suyos típicos: Oro, Incienso y Mirra.

Desde mi sitio privilegiado observo todo y la observo a ella. Este año lo ha pasado mal, ha puesto buena cara a todo el mundo, pero faltaba él. Había quedado en cenar con ellos para que Carmen pudiera presentarle a toda la familia, pero al final, le debe haber dado miedo y ha puesto una excusa: ha tenido que viajar a Nueva York, un compañero ha tenido un accidente y el único piloto disponible era él, se disculpó. Y ella tuvo, a su vez que disculparle ante los escépticos. Antoine era piloto y diez años más joven que ella, hacía tres que se conocían y uno que vivían juntos.

La veo sentada en el sofá, llorando, rota: Ni siquiera un e.mail o por lo menos un SMS, que para eso están las técnicas modernas. Se levanta, mañana recogerá todo, volverá a guardar los adornos, la vajilla de la abuela, las mantelerías de su madre y a recoger el Nacimiento, pero esta noche todo se queda como esta.

Se mete en el cuarto de baño, se desmaquilla lentamente, se da un relajante baño de espuma y piensa que podía estar Antoine, como otras veces, acercándole la copa de champán y con la toalla preparada para envolverla cuando sale llena de espuma, pero no, tiene que secarse sola y meterse sola en la cama. Dentro de unos días, concretamente el 22, cumplirá 50 y cuando pensaba que siempre estaría junto a ella Antoine, se encontraba sola.

Me gustaría verla feliz, porque se lo merece, pero aunque desde que se quedó viuda ha tenido algunos amigos, ninguno llegó a ser como Antoine, pero yo sabía que todo terminaría así.

Cuando se levanta por la mañana, lo primero que hace es empezar a desmontar el Nacimiento. Se extraña encontrarse las luces encendidas y yo brillando más que nunca, pero piensa que se le olvido apagarlo debido al cansancio.

Entonces repara en la mesa. Esta todo recogido, pero un enorme ramo de rosas sustituye a las copas y botellas vacías que quedaron por la noche y entonces de la cocina le llega el olor a café y Antoine que viene hacia ella.

Yo soy feliz, los milagros existen y Carmen es aún más feliz entre los brazos de él, que acaba de pedirle que formalicen su relación. Ha sido una magnífica Navidad con un magnífico Día de Reyes.
.
Carmen Navarro

13 mar 2010

Tu ausencia

Hola amor. Donde quieras que estés desde mi corazón cada día habrá un recuerdo especial para ti, porque lo fuiste todo en mi vida. El destino o lo que sea ha querido que nuestro camino no sea el mismo. Nuestros hijos y yo nos preguntamos el porqué de tu ausencia. Porque te has ido cuando más te necesitaba, cuando el amor era más sincero, más autentico, más fuerte. Cuantas veces pensamos en nuestro futuro al quedarnos solos, cuantas cosas quedaron en el camino sin cumplirse. Ahora todo se ha roto, ya no hay nada, no queda nada. Nuestro futuro, al igual que nuestro amor, lo ha truncado la vida, lo ha hecho desaparecer. Ya no existe, ya no se harán realidad. Una enfermedad traicionera se lo ha llevado todo, todo ha quedado en el aire, sin sentido, sin esperarlo.

¿Donde estás amor? ¿Porque no ha quedado nada? Estoy destrozada y abatida, sin comprender nada, preguntándome el porque no estas a mi lado. Quisiera encontrar algo que me haga perder la conciencia, que me aísle de la realidad. ¿Que he hecho mal para tener esta cruel separación? En cada instante te recuerdo, te anhelo, busco tu cara para tocarla, tu cuerpo para abrazarlo, tu aliento para sentir tu calor, pero tú no estas. Que sentimiento de amargura, de desesperanza hay en mi. Quisiera coger tus manos y apretarlas junto a mí para que así se calme mi dolor pues nunca imagine que el corazón pudiera doler tanto por la separación de una persona amada.
Te he querido mucho, como dos palabras que forman una sonrisa desprendiéndose de tus labios, como dos cielos llenos de colores reflejándose en tus ojos, como dos palabras infinitas que no deben dejar de sentirse, quererte fue un premio. Desconozco si te merecí, al menos luche por merecerte, fue un regalo que cualquier persona debería recibir pero que solo tuve yo, por dejarme quererte te doy las gracias y te ofrecí mil años de amor que condenso en el ultimo beso que te di los labios, desde en fondo de mi mismo amor. Sigo mi vida sin rumbo fijo deseosa de encontrar una luz que me guié a algún camino porque esta encrucijada en que me encuentro de amargura y amor me desgarra el alma, cuando todavía teníamos mucho por descubrir junto a nuestros hijos.

Esta es una carta de amor. Una que nunca envié, que nunca leerás, sin destino ni remitente, se perderá en el vació del universo, te busco con una mirada triste desesperada pero no te encuentro, ¿en que lugar del infinito estas?

Te ofrecí mi vida sin dudas, sin límites, era feliz pero la noticia fue demasiado desgarradora. Te perdía sin poder detener el tiempo, el amor de mi vida se apagaba lentamente por una enfermedad maldita, decirte que te quiero se me queda pequeño, alguien debería inventar nuevas palabras para definir mis sentimientos de entrega, de devoción, de admiración, de necesitarte cada segundo. Eso ciento y más.

Aunque no estés en este mundo te seguiré queriendo siempre. Adiós. Solo el de la muerte, tu muerte y la mía, que entre un mar de alma sin forma ni rostro, tu y yo nos veremos y juntos caminaremos por la inmensa eternidad.

Paqui Téllez
Málaga 2/11/2008
HIJA DE LA LUNA

Nació de bella cuna con corazón de colores
se confiaba a la luna amaba los resplandores,
caminaba por la vida con sus estrellas de luz
buscando lo positivo de su vida y de su cruz.

.-La cruz? Un enamorado que la razón le sacó
sabía que era lacayo eso nunca le importó,
luchó con todas sus fuerzas, votó siempre por su amor
que a ella correspondía con verdadera pasión.
Así iba caminando abriendo puertas al sol
a todo le sonreía nada negro asomaba a su amor,
era un alma pura y limpia, como ver la miseria?
No le habían enseñado semejante mal olor.

.-Un día su enamorado le dijo que era casado
que tenía cuatro hijos y estaba desesperado
que no amaba a su mujer que todo quería dejarlo
porque sin su porcelana tan solo viviría llorando.

.-Ella escuchaba, su cara su corazón al unísono cambiaban,
como en rótulo de neón creyó ver que con ella no iba nada
era tanto su amor que la transportaba.

.- Le dijo el enamorado… la voy a dejar mi vida
yo te tengo que abrazar sentir tu piel con la mía
he hicieron el amor como ni ellos sabían.
Era unión atemporal que la dejó en carne viva
cuando tuvo que tornar como siempre a la rutina,
empezaron sus desvelos, comenzaron sus desdichas
porque de amar y de amor, el, ya no tenía prisa.

.-Ella le siguió mimando entregando el corazón
disculpando sus mentiras ignorando su traición,
en un momento puntual cuando peor se sentía
le llamó para decirle… yo te amo vida mía.

.-Fue sorpresa sin igual, el no la reconocía
no se acordaba de nada quien era esa loca
que con mentiras a llamarle se atrevía.

.-La princesa no creía lo que estaba sucediendo
como Judas la negó para lavar su alma
ante la esposa adorada, la mujer que tanto odiaba.
Seguía corriendo el tiempo, tristeza que la paraba
no la dejaba moverse se sentía tan pesada,
se decía no soy yo a mi no me ocurre nada
es una equivocación, estoy segura, el me ama.
En una nube de frío ella se iba envolviendo
esperando que los días ahogaran sus lamentos;
se levantó una mañana con fondo de traje nuevo
se llamaba vergüenza.

.-Pero vergüenza de que?
Que has hecho tu si no amar queriéndole disculpar,
amarrándote a cadenas de mentiras y desmanes.
Despierta de esa agonía no te quedes de rodillas
tu sabes mirar muy bien ves lo hermoso de la vida,
le has ganado al amor sin esperarlo siquiera
liberándote aunque tarde de yugos que dolor dejan
pues la miseria es vacío y lo sabes con certeza,
así que llama de nuevo, dile que te ha liberado
y que el mató el amor que siempre te había jurado.

.- Aló, aló, no te escucho, que quieres? por qué llamas?
le contestó una voz de mujer sin apenas claridad
una voz que le decía no busques a mi marido
para mi siempre será, está a mi lado y te dice
deja ya de fastidiar, no sabe quien eres, te maldice.

.- Ella se quedó sin voz las palabras no salían
mas su mente repetía que crueldad que gran mentira,
cuanto tiempo me engañó, cuantas fotos hechas juntos
cuantos cuentos mal contados sin dudar por un segundo
El teléfono cortó ni palabra proclamó,
desempolvando su fuerza, su bravura y su valor.
Sabía demasiado para sufrir por amor
tan solo la cubría una gran tristeza
al pensar que sus raíces en mal suelo plantó
era movediza arena lo que ella tierra fértil creyó
plagada por siempre de ardiente amor.

.-Su follaje oscurecía porque los rayos del sol
no cruzaban esa línea, buscando un nuevo calor.
Mas con la fuerza del viento la bravura de un Mihura
y el valor de su dulzura encontró una mixtura
que un punto de color iba tomando, renacía de nuevo
a lo que siempre adoró, sus valores humanos
a querer mirar la luz, porque la necesitaba
ella era su hija, la había mandado a la tierra
para que pudiera comprender todas sus miserias
enredándose muy de prisa, en ella las hiedras.

.-Están por todos lados, hija de la luz,
ya todo se ha fraguado,
respira puro aire alejando de ti el cristal oscuro
ya eres feliz ya no sufres mas.
Has comprendido que un cuento
tan solo tiene final feliz, si los corazones
son de puro oro y tu sin darte cuenta te has mezclado
con un metal residual que nada ha aportado,
en este ritual no es el final esperado.

.-Mas para los que te adoran, es el gran final
la apoteosis el súmmun completo de tu realidad.
Mientras habites la tierra ahora buscando tan solo la paz
de lejos sabrás distinguir aunque mucho brille,
nunca te podrá alcanzar, ante ti de rodillas
soñando cada día poderte adorar, ,sueño imposible,
nunca mas a ti se aproximará…..
Es el regalo que la hija de la luna
sin querer ha hecho por no saber de miserias,
de maldades, de mentiras y de falsas juramentos.

.-Esta historia se acaba aquí, si no fuese un payaso
escribiría en letras brillantes:

FIN

Pero prefiero tocar para decir ADIOS
mi redonda y roja nariz, es de quita y pon
que suerte la mía, algunos la llevan puesta noche y día
que cruel tortura para las almas blancas
que con solo mirar pueden sentir
en la punta de su nariz las miserias vividas..

.-Este payaso se retira a meditar, siempre sonriente
siempre superficial, arduo trabajo el poder pensar
pero en la intimidad, quizá la hija de la luna
me de la fuerza necesaria para hacerlo realidad.
Casal

ALEGRIA

Temprana luz que del amor primero
en rayos primorosos reverberas,
llena con tu presencia que venero
mi existencia plena de quimeras.
Voz interior que incita la conciencia
al abandono pleno y placentero
del amor que es real y duradero
y que nos hace fuertes su tenencia.
Alegría de saber que hay quien nos ama
con el mismo calor conque hoy amamos,
ya que la bella niña de mis sueños
su dulce corazón hoy me ha entregado.
Alegría de la dicha compartida,
del amor que entre dos alimentamos,
corazones que han curado sus heridas
con bálsamo del amor que nos juramos.
Alegría de tener confianza plena
que nuestra esperanza no fué vana,
pues la semilla del amor sembrado
en tierno corazón ha germinado.
Alegría de tener nuestro tesoro
rico en amor, por fin sin penas
pues el corazón que feliz adoro
caliente entra al surco de mis venas.
Alegría de su voz tan cadenciosa
que como música llena mis oídos,
arrullando con sus notas primorosas
con el ritmo angelical de su sonido.
Ya no llora mi pecho su vigilia,
ya mi alma no sufre lacerada,
ya en las noches mi sueño se concilia,
ya los celos batense en retirada.
La dulce paz que feliz gozo
con alegre sabor enamorado,
anula el sendero tortuoso
que viví mi corazón atormentado.
Por eso río y canto alegre
la venturanza del amor ganado
ya que por siglos vivirá su fiebre
en los brazos de mi ser amado.
Antonio Peña Ventura
PARTIR ES MORIR UN POCO.


Por: JESUS CHECA ESPAÑA.


La vida, es un conjunto, una memoria, una esperanza, un punto y con esta base voy a empezar unos rasgos que tengo sobre los recuerdos dentro de un archivo donde habitan en mi memoria. En las redes de mi cerebro voy pescando algunas semblanzas que ya se están volviendo herrumbrosas igual que esos pórticos triunfales ya viejos que nadie abre ni cierra por temor a derrumbarlos.
En los vericuetos de mis neuronas se han quedado azotando los recuerdos que me causan eso que los portugueses llaman “saudade” que es una mezcla de melancolía, tristeza, soledad, nostalgia y amargura por alguien de quien llevo tatuado su nombre de Roalba y su recuerdo en cada centímetro de la piel. Debo ir dibujando el tiempo sobre un espacio cuasi infinito para recordar a una mujer toda llena de amor, nobleza, bondad, sencillez, dulzura y belleza. Tengo una madeja de remembranzas cuya deshilvanada a veces se vuelve muy delgadita y se rompe; es entonces cuando empieza ese ovillo a soltarse de manera desigual y los pensamientos logran entrelazarse, pero la idea es armar el rompecabezas y darle alguna forma pues mi remanente de recuerdos puede quedar en saldo rojo, sin embargo aquí va el relato corto.
Estábamos junto al mar, a ese mar inmenso y tropical. A poca distancia una nave marinera esperaba pasajeros para partir. Rosalba sonreía callada. Sus hermosos labios rojos estaban entreabiertos un poco curvados dibujando un bello arco por donde pasaban todas las despedidas, Había un rictus con sabor a verbena amarga entre su boca que la quise besar . Rosalba, dije y la atraje hacia mì con ansia, con dolor, con amargura pero con todo el amor que me inspiraba esta mujer de toda mi vida.
Suavemente la besé, con un beso tibio, sin el afán de poseerla. Los médicos le habían informado que su enfermedad era terminal.
El muelle aparecía casi desierto porque todos los pasajeros ya habían abordado el barco y unas pocas personas miraban hacia el puente y hacia los pasillos de la nave en busca de personas amadas y familiares.
Rosalba tenía una pena muy honda pero sonreía con un atractivo femenino encantador. Yo no quería renunciar a su amor, pero ella debía partir para morir un poco.
Su mal estaba escrito con jeroglíficos en los libros que llevan los galenos quienes habían sentenciado un adiós para siempre que marcaba al rojo vivo mi corazón.
Once años de amores placenteros asaltaban y robaban nuestros recuerdos.
Serenatas de amor frente a su balcón, boleros en la noche y una “tontina” hermosota forrada en una piel aterciopelada, poseedora de una inteligencia envidiable, profesional ayudante de cirujanos, cuidandera de enfermos, enfermera del alma y del cuerpo.
A esa mujer grandiosa me la quitaba el destino.
Había un placer doloroso en toda la escena, una pena sonriente que nunca había experimentado me dejaba sin palabras. Yo la abracé, la besé y ella me devolvió ese beso del adiós. Se fue separando de mi, dejándome los brazos y en mis manos la sensación de estar ciñendo la redondez de su figura y la elasticidad de su cintura… Me iba despellejando con su adiós.
La bocina del navío pitò por última vez y ese ruido lo llevo clavado en mi cerebro.
Yo estaba entregado a la voluntad y a los secretos de sus bellos ojos azules. Se estremecía mi corazón y de nuevo el adiós de Rosalba y un te amo silencioso, lento, suave, sincero, me llevaron al recuerdo de la historia del celuloide en la que Ingrid Bergman, aquella actriz hermosa de antaño le dice a Humprey Bogard en el último adiós de la película Casa Blanca…”te amo…” .
El adiós de mi Rosalba se fue apagando asì como su armoniosa figura. Se fue desvaneciendo cuando caminaba hacia el crucero que se perfilaba en ese mar ancho y eterno.
Rosalba no entró al barco. Caminó por el sendero de la playa en dirección hacia las profundidades del misterioso océano.
Rompió su voz de cristal adentrándose en el mar con la mano en alto en su despedida y yo me quedé mas solo que nunca con mi carga de suspiros, recuerdos y lágrimas al filo de la oscuridad.
No se la llevò el barco, se la llevò el mar en sus entrañas.