Hola a todos:
Despues de un sin fin de problemas, hemos conseguido que las personas que nombramos como jurados para nuestro "CONCURSO LITERARIO" en el apartado de prosa, nos enviasen sus puntuaciones y de esta manera poder anunciar el resultado. Sin embargo, aun nos queda por recibir algunas puntuaciones sobre el apartado poesia, pero... algo es algo y organizadores tan bisoños como nosotros, empezamos a ver la luz al final del tunel...
No quiero demorarme mas y paso a hacer oficial nuestros premios que son los que a continuación detallo.
BUHO SEVIGENA DE ORO para Vivi Varotta por su relato "DE ATAJATE"
BUHO SEVIGENA DE PLATA para A. María Rodríguez por su relato "EL CRIMEN"
BUHO SEVIGENA DE BRONCE para Carmen Navarro por su relato "DIA DE REYES"
Hemos decidido dar una MENCIÓN ESPECIAL y fuera de concurso para Ana Belén por su relato "LAS MADRES", y a Gemma por la participación con los Haikus ya que siendo unas niñas de corta edad, nos han demostrado sus inquietudes literarias y creemos que de esta manera ayudaremos a que estas sigan en aumento.
Dentro de pocos dias, publicaremos de igual manera, los resultados del apartado de poesia.
Queremos daros las gracias a todos por vuestra participación y os emplazamos para el próximo concurso.
Deciros por ultimo que todos, todos, mereceis ser premiados por el entusiasmo que habeis demostrado y que nosotros, SEVIGENA, nos quedamos con el mejor del los premios que no es otro que el cariño que nos demostrais día a dia.
Recibir un cariñoso saludo
Melisa y Juanma
19 may 2010
20 abr 2010
CON RUMBO
Lydia camina sin rumbo. Salió de casa con intención de ir hasta la estación de Atocha y tomar el primer AVE que saliera hacia cualquier sitio. Se había preparado un gran bolso con las cosas de aseo y un pijama y pasaría la noche en cualquier hotel, necesitaba alejarse de Madrid, aunque solo fuera un par de días. Pero cuando llegó no había ningún tren pronto a salir, debería esperar al menos una hora y una hora era demasiado tiempo.
Según camina por el Paseo del Prado, no es consciente de que se va tambaleando. Una señora se acera:
-Perdón, ¿se encuentra usted mal?, le dice. No puede ser que una señora tan elegante vaya borracha. Piensa. Lo más probable, es que este enferma.
- No, gracias, solo un poco mareada
Lydia camina sin rumbo, tambaleándose, no se encuentra bien
- Dirá usted que me meto en lo que no me importa, pero le pasa algo, puedo parar un taxi, si quiere. Insiste la mujer
- Gracias señora es muy amable, pero me encuentro bien. Me sentaré un ratito y estoy segura que enseguida estaré bien. Gracias de nuevo.
Entonces se da cuenta de que salió temprano de casa y no se detuvo a desayunar, tan solo a prepararse la bolsa y salir, tenia que salir, salir lo mas rápido posible, la casa se le caía encima. Llevaba mas de un mes sin apenas comer, ni dormir, sin comentar con sus hijos lo que le pasaba, ellos tenían “sus cosas” para que fuera ella con sus historias.
Esta el Hotel Ritz. Son las dos. Hace más de cuatro horas que salió de casa. Es un buen lugar y una buena hora para comer.
Entra en el jardín. Rápidamente se acerca una amble camarera y la conduce hasta una mesa
- ¿Sola? – le pregunta
- Sí – contesta escuetamente
Le ofrece una copa de cava, al tiempo que le indica que debe dirigirse al buffet. A su alrededor bastantes clientes, casi todos extranjeros. Ahora se siente mal por haber tomado esta mañana la decisión de escapar, porque ¿escapar, a donde? ¿y de qué?
Es verdad que todo fue muy rápido. No hacia dos meses que se había muerto su marido y en el trabajo, en el trabajo que era su vida, en el trabajo que tantas alegrías le había dado, en el trabajo de donde ella pensaba no se iría nunca, la habían jubilado. Había cumplido sesenta y cinco años y tenia que jubilarse. El mundo se le vino encima ¿qué iba a hacer ahora?
En la mesa de al lado una pareja mayor, planean un viaje alrededor del mundo. Lydia les mira sin disimulo. Y piensa: “No es mala idea”.
Han pasado seis meses y ha recobrado fuerzas y ahora es el momento para hacer algo que siempre tuvo en mente: Un largo viaje. Le viene a la memoria la conversación de la pareja del Hotel Ritz, ellos también eran mayores, seguramente más que Lydia, pero también es verdad que estaban juntos y ella estaba sola.
Con paso firme, segura, se dirige al mostrador del aeropuerto. En Grecia embarcará para un crucero y a su regreso ya tiene otro programado. Viajará. Estará unos días en Madrid y volverá a hacer otro viaje. Tiene que ir a Roma, cuando tiró sus monedas a la Fontana de Trevi, pidió dos deseos: volver y volver acompañada. Y los deseos siempre se cumplen.
CarmenNavarro
Lydia camina sin rumbo. Salió de casa con intención de ir hasta la estación de Atocha y tomar el primer AVE que saliera hacia cualquier sitio. Se había preparado un gran bolso con las cosas de aseo y un pijama y pasaría la noche en cualquier hotel, necesitaba alejarse de Madrid, aunque solo fuera un par de días. Pero cuando llegó no había ningún tren pronto a salir, debería esperar al menos una hora y una hora era demasiado tiempo.
Según camina por el Paseo del Prado, no es consciente de que se va tambaleando. Una señora se acera:
-Perdón, ¿se encuentra usted mal?, le dice. No puede ser que una señora tan elegante vaya borracha. Piensa. Lo más probable, es que este enferma.
- No, gracias, solo un poco mareada
Lydia camina sin rumbo, tambaleándose, no se encuentra bien
- Dirá usted que me meto en lo que no me importa, pero le pasa algo, puedo parar un taxi, si quiere. Insiste la mujer
- Gracias señora es muy amable, pero me encuentro bien. Me sentaré un ratito y estoy segura que enseguida estaré bien. Gracias de nuevo.
Entonces se da cuenta de que salió temprano de casa y no se detuvo a desayunar, tan solo a prepararse la bolsa y salir, tenia que salir, salir lo mas rápido posible, la casa se le caía encima. Llevaba mas de un mes sin apenas comer, ni dormir, sin comentar con sus hijos lo que le pasaba, ellos tenían “sus cosas” para que fuera ella con sus historias.
Esta el Hotel Ritz. Son las dos. Hace más de cuatro horas que salió de casa. Es un buen lugar y una buena hora para comer.
Entra en el jardín. Rápidamente se acerca una amble camarera y la conduce hasta una mesa
- ¿Sola? – le pregunta
- Sí – contesta escuetamente
Le ofrece una copa de cava, al tiempo que le indica que debe dirigirse al buffet. A su alrededor bastantes clientes, casi todos extranjeros. Ahora se siente mal por haber tomado esta mañana la decisión de escapar, porque ¿escapar, a donde? ¿y de qué?
Es verdad que todo fue muy rápido. No hacia dos meses que se había muerto su marido y en el trabajo, en el trabajo que era su vida, en el trabajo que tantas alegrías le había dado, en el trabajo de donde ella pensaba no se iría nunca, la habían jubilado. Había cumplido sesenta y cinco años y tenia que jubilarse. El mundo se le vino encima ¿qué iba a hacer ahora?
En la mesa de al lado una pareja mayor, planean un viaje alrededor del mundo. Lydia les mira sin disimulo. Y piensa: “No es mala idea”.
Han pasado seis meses y ha recobrado fuerzas y ahora es el momento para hacer algo que siempre tuvo en mente: Un largo viaje. Le viene a la memoria la conversación de la pareja del Hotel Ritz, ellos también eran mayores, seguramente más que Lydia, pero también es verdad que estaban juntos y ella estaba sola.
Con paso firme, segura, se dirige al mostrador del aeropuerto. En Grecia embarcará para un crucero y a su regreso ya tiene otro programado. Viajará. Estará unos días en Madrid y volverá a hacer otro viaje. Tiene que ir a Roma, cuando tiró sus monedas a la Fontana de Trevi, pidió dos deseos: volver y volver acompañada. Y los deseos siempre se cumplen.
CarmenNavarro
19 abr 2010
Se cruzaron nuestras vidas
Se cruzaron nuestras vidas quizás nos junto el destino y tú entraste en mi vida lo mismo que un torbellino.
Mi corazón se turbo ante un amor desconocido, pues dentro del floreció un amor nunca sentido.
Fue un despertar luminoso dentro de mi corazón a un amor tierno y hermoso que nunca jamás sintió.
No sé si en tu corazón sientes lo mismo que yo a veces pienso que si a veces pienso que no.
Es un vivir y un morir lo que estoy viviendo yo, tú me miras a los ojos y en tus ojos veo amor.
Pero tu boca se calla y no dice esa palabra de te quiero que espera mi corazón.
¿Por qué tus labios me llaman de usted si tus ojos me están diciendo eres mi amor yo te quiero?
Tú me miras yo te miro nuestras miradas se cruzan se están diciendo mil cosas y tus labios guardan silencio.
Nuestros corazones están el uno por el otro latiendo ¿Por qué callamos los dos si nos estamos queriendo?
Es un amor compartido que guardamos en silencio los dos con el corazón herido y sin decirnos te quiero.
Amor soltemos amarras demos rienda suelta a los sentimientos y digamos esas palabras yo te quiero yo te quiero.
Encarnita Aguilera
Se cruzaron nuestras vidas quizás nos junto el destino y tú entraste en mi vida lo mismo que un torbellino.
Mi corazón se turbo ante un amor desconocido, pues dentro del floreció un amor nunca sentido.
Fue un despertar luminoso dentro de mi corazón a un amor tierno y hermoso que nunca jamás sintió.
No sé si en tu corazón sientes lo mismo que yo a veces pienso que si a veces pienso que no.
Es un vivir y un morir lo que estoy viviendo yo, tú me miras a los ojos y en tus ojos veo amor.
Pero tu boca se calla y no dice esa palabra de te quiero que espera mi corazón.
¿Por qué tus labios me llaman de usted si tus ojos me están diciendo eres mi amor yo te quiero?
Tú me miras yo te miro nuestras miradas se cruzan se están diciendo mil cosas y tus labios guardan silencio.
Nuestros corazones están el uno por el otro latiendo ¿Por qué callamos los dos si nos estamos queriendo?
Es un amor compartido que guardamos en silencio los dos con el corazón herido y sin decirnos te quiero.
Amor soltemos amarras demos rienda suelta a los sentimientos y digamos esas palabras yo te quiero yo te quiero.
Encarnita Aguilera
16 abr 2010
"Eternos sueños"
Sueños, sueños guardados
en vigilia total, cautelosa.
Los que no han de ser vistos
pues son tan solo eso,
eternos, simples sueños.
Los que amparan el alma,
los que enjugan el llanto...
los que guardan el canto
de un corazón sufriente.
Allí están en los sueños
de los que sueñan siempre.
El mío está en mis manos,
acurrucado, expectante, tierno,
guardado con recelo...
deseoso de lanzarse,
tal vez corporizarse
y dejar de ser eso ...
tan solo y nada menos
que un hermoso sueño.
El nunca realizable
el del amor perfecto...
Ya no me pertenece,
al volcarlo en palabras
se escurrio entre mis dedos
y no pude atraparlos...
pues eran solo sueños.
ADELA CICIARO
Sueños, sueños guardados
en vigilia total, cautelosa.
Los que no han de ser vistos
pues son tan solo eso,
eternos, simples sueños.
Los que amparan el alma,
los que enjugan el llanto...
los que guardan el canto
de un corazón sufriente.
Allí están en los sueños
de los que sueñan siempre.
El mío está en mis manos,
acurrucado, expectante, tierno,
guardado con recelo...
deseoso de lanzarse,
tal vez corporizarse
y dejar de ser eso ...
tan solo y nada menos
que un hermoso sueño.
El nunca realizable
el del amor perfecto...
Ya no me pertenece,
al volcarlo en palabras
se escurrio entre mis dedos
y no pude atraparlos...
pues eran solo sueños.
ADELA CICIARO
15 abr 2010
"MI ESTRELLA"
Sigo una estrella
que al mirarla, a veces,
me acobarda.
Pero he de siguirla, mi bien
porque ese rumbo, segura estoy
que también siguió tu alma.
No se va del todo quien nos deja
la música total de la palabra,
y en sinfonía celestial
vuelve a escucharse
cuando la soledad
clava sus anclas,
en un pasado de amor
y de esperanzas.
El destino lo quiso
y temarchaste...
tus ojos tristes,
tus manos temblorosas
hablaban de ese viaje
sin retorno...
mas no escuchaste
mi angustia en el pedido...
que no lo hicieras,amor,
que no te vayas.
Esa estrella que hoy
alumbra mi camino
me protege en mi lucha diaria.
¡¡¡Has cumplido tu sino prometido!!!
¡¡¡Habitas mis entrañas!!!
ADELA CICIARO
Sigo una estrella
que al mirarla, a veces,
me acobarda.
Pero he de siguirla, mi bien
porque ese rumbo, segura estoy
que también siguió tu alma.
No se va del todo quien nos deja
la música total de la palabra,
y en sinfonía celestial
vuelve a escucharse
cuando la soledad
clava sus anclas,
en un pasado de amor
y de esperanzas.
El destino lo quiso
y temarchaste...
tus ojos tristes,
tus manos temblorosas
hablaban de ese viaje
sin retorno...
mas no escuchaste
mi angustia en el pedido...
que no lo hicieras,amor,
que no te vayas.
Esa estrella que hoy
alumbra mi camino
me protege en mi lucha diaria.
¡¡¡Has cumplido tu sino prometido!!!
¡¡¡Habitas mis entrañas!!!
ADELA CICIARO
14 abr 2010
SOBRE EL CONCURSO LITERARIO
SEVIGENA os informa que el proximo día 20 será el ultimo para recibir escritos y poemas para nuestro concurso literario. Aquellos escritos que lleguen con fecha posterior, seran guardados para la proxima edición cuyo plazo comenzará el dia uno de Junio.
Todos los temas publicados serán sometidos a la votación anónima del jurado e informaremos de los ganadores el proximo diez de Mayo (10-05-2010).
Queremos daros las gracias a todos los que habeis participado porque, conocemos a titulo personal, las ilusiones que habeis puesto en este nuestro primer concurso.
Seguiremos informando dentro de unos días.
Melisa y Juanma
SEVIGENA os informa que el proximo día 20 será el ultimo para recibir escritos y poemas para nuestro concurso literario. Aquellos escritos que lleguen con fecha posterior, seran guardados para la proxima edición cuyo plazo comenzará el dia uno de Junio.
Todos los temas publicados serán sometidos a la votación anónima del jurado e informaremos de los ganadores el proximo diez de Mayo (10-05-2010).
Queremos daros las gracias a todos los que habeis participado porque, conocemos a titulo personal, las ilusiones que habeis puesto en este nuestro primer concurso.
Seguiremos informando dentro de unos días.
Melisa y Juanma
"LOCURA DE PAJAROS"
La compañia loca de tu razón perdida,
te cierra en un espacio de muros elevados,
pero tu alma libre, te sigue, te sonrie,
y te fabrica pájaros de colores y cantos.
Son ellos en tu encierro,tu sombra,tu delirio,
sus musicales trinos te elevan.
Y en tu rostro está perenne, fresca,
la sonrisa de un niño.
Dejaste de ser hombre cuando dos brazos
fuertes que creias amigos
quitaron de tu lado, ese amor
tan perverso, para tí cristalino.
Y gritaste llorando, quédate acá conmigo,
te he entregado mi vida, no me dejes vacío
y así fué que de pronto, te cercó el desvarío.
La locura le puso a tus ojos un manto
de triteza,infinito.
Y te llevó al encierro, tu total desatino.
Pero hoy estás sonriente, se te olvidó
la pena y vives como un niño
al lado de mil pájaros que fabricó
la ausencia de tu razón perdida.
Y levantas los brazos, encerrando
en tus manos los colores brillantes
de tus pequeñas aves, en el fiel paraíso
de tu hermoso delirio.
ADELA CICIARO
La compañia loca de tu razón perdida,
te cierra en un espacio de muros elevados,
pero tu alma libre, te sigue, te sonrie,
y te fabrica pájaros de colores y cantos.
Son ellos en tu encierro,tu sombra,tu delirio,
sus musicales trinos te elevan.
Y en tu rostro está perenne, fresca,
la sonrisa de un niño.
Dejaste de ser hombre cuando dos brazos
fuertes que creias amigos
quitaron de tu lado, ese amor
tan perverso, para tí cristalino.
Y gritaste llorando, quédate acá conmigo,
te he entregado mi vida, no me dejes vacío
y así fué que de pronto, te cercó el desvarío.
La locura le puso a tus ojos un manto
de triteza,infinito.
Y te llevó al encierro, tu total desatino.
Pero hoy estás sonriente, se te olvidó
la pena y vives como un niño
al lado de mil pájaros que fabricó
la ausencia de tu razón perdida.
Y levantas los brazos, encerrando
en tus manos los colores brillantes
de tus pequeñas aves, en el fiel paraíso
de tu hermoso delirio.
ADELA CICIARO
13 abr 2010
"CORRE NIÑA, CORRE"
Corre niña alocada,corre,
sobre las hierbas del campo,
los cabellos al viento
la risa en carcajadas.
Corre niña descalza sobre gramilla fresca
y bebe de esa fuente que espera tu frescura
de niña adolescente.
Corre sin preguntarte donde ?
entre las hojas secas,que si estan en tus manos
no han de ser hojas muertas.
Anda por los senderos que te ofrece la vida...
pero no dejes nunca esa fresca alegría
de volver a correr, entre flores, gramillas.
Y pájaros que silban y fuente que te espera
para beber en ella, el agua cristalina
que refresque en tu boca, el calor de la vida.
Para,niña,para y piensa, sueña, espera y toma
lo que ames de la vida, pero no olvides nunca
tu correr alocado, tu risa en carcajadas,
ni las hojas resecas que crujen a tus plantas,
cuando tus pies descalzos aún corren por las gramas.
Lleva todo en tu alma mi niña adolescente,
pinta allí este paisaje y al plasmarlo te sirva,
para darte el vigor que la vida te exija.
ADELA CICIARO
Corre niña alocada,corre,
sobre las hierbas del campo,
los cabellos al viento
la risa en carcajadas.
Corre niña descalza sobre gramilla fresca
y bebe de esa fuente que espera tu frescura
de niña adolescente.
Corre sin preguntarte donde ?
entre las hojas secas,que si estan en tus manos
no han de ser hojas muertas.
Anda por los senderos que te ofrece la vida...
pero no dejes nunca esa fresca alegría
de volver a correr, entre flores, gramillas.
Y pájaros que silban y fuente que te espera
para beber en ella, el agua cristalina
que refresque en tu boca, el calor de la vida.
Para,niña,para y piensa, sueña, espera y toma
lo que ames de la vida, pero no olvides nunca
tu correr alocado, tu risa en carcajadas,
ni las hojas resecas que crujen a tus plantas,
cuando tus pies descalzos aún corren por las gramas.
Lleva todo en tu alma mi niña adolescente,
pinta allí este paisaje y al plasmarlo te sirva,
para darte el vigor que la vida te exija.
ADELA CICIARO
10 abr 2010
Un Beso a escondidas
Cuando imagino mi vida, entrecierro los ojos y veo un inmenso laberinto. Al pensar en el pasado, recorro nuevamente sus caminos. A veces la memoria es esquiva y quedan senderos oscuros, como cubiertos de bruma, y otras, puedo ver más claro. En esos momentos el paisaje se presenta luminoso, completo. Me gusta quedarme unos minutos disfrutando situaciones que al vivirlas, no les dí, el mismo valor, ni el mismo sentido, que le doy ahora mismo, como las viejas fotografías que cambiaban de color con el paso del tiempo, las vivencias van adquiriendo, otros significados a la luz del presente. Esta es la historia de un tramo en el camino, compartido con dos personas que conocí muy bien, una de ellas ya no está y la otra, ya no es la misma.
A veces, pienso que la mente se parece a una caja de música, que recibí como regalo, en mi infancia. Tenía distintos espacios, uno para el alhajero, con varios cajones, otro que encerraba el mecanismo, que producía el sonido, una tapa con espejo, un sector donde una pequeña bailarina giraba; mientras se escuchaba la imitación de una
celesta, un lugar con un llave, para dar cuerda y varios recovecos, donde el polvillo parecía querer quedarse a vivir.
Por varias razones, cuando recuerdo a esta pareja, pienso en mi caja de música. En algún momento, casi al final del camino para Él, se encontraron. Los unió el amor por la música clásica, especialmente de celesta. Bailaron al compás de sus deseos, como la bailarina, los minutos que dura la melodía, en esos juguetes. Se amaron intensamente, como si hubieran presentido que el tiempo de estar juntos, sería breve. Después Él se perdió, algo en su mente, se desconectó. Fueron desapareciendo: capacidades, movimientos, recuerdos cercanos, palabras y se llenó de ternura, docilidad, recuerdos de la niñez, necesidad de compañía, alegría por las caricias de sus hijos, suspiros, quietud, silencios, olvidos…
Entre las situaciones que olvidó, estaba todo lo relacionado con Ella, que pasó a ser para Él, una de las tantas personas extrañas que lo cuidaban. Estaban en la misma cajita de música pero en distintos espacios, Ella buscaba conectarse con Él, continuamente, sin lograrlo. Era como si, cuando Ella daba cuerda, Él estaba en el alhajero. Cuando Ella llegaba al alhajero, Él estaba mirando a la bailarina, tratando de entender que pasaba, con la mirada en el horizonte.
Una tarde, Ella lo acompañó a hacerse vapor. Debajo de un gran toallón las cabezas se rozaban, Ella soplaba el agua , para aumentar el humo tibio y exageraba las inhalaciones para que Él la imitara, ahora comprendía más los actos que las palabras. De pronto Él , imprevistamente, la besó en la frente, sobre el cabello empapado de sudor, Ella interrumpió para mirarlo a los ojos y Él volvió a besarla, ésta vez en los labios, con una suavidad infinita. Ella lo miraba con sorpresa, mientras él siguió con los ojos cerrados, por un rato. Al abrir los ojos, Él la miraba con esa picardía del chico que roba un beso, y espera la respuesta de la chica, sonriendo, expectante para ver como reacciona. Hacía meses que no la reconocía. Ahora la miraba como antes, como si volviera de un viaje. Por un momento, estaban en el mismo espacio, volvían a escuchar la misma melodía. Sonrieron debajo del toallón, hasta que El la miró sin entender que pasaba, inquieto, sus ojos se ensombrecieron y de un gesto brusco trató de pararse. La conexión había terminado, su mente volvía a hundirse en su propio caos. Rápidamente Ella retiró el toallón y el recipiente para evitar que se quemara. Se acercó para asistirlo, Él la miraba con el miedo y la desconfianza típica de alguien que desconoce a la persona que lo ayuda pero dejándola hacer, por temor a caerse.
Nunca más volvieron a encontrarse ni sus labios ni sus miradas como esa tarde. Pero esa conexión, alma con alma, además de ser mágica, duró un minuto eterno.
SIL
Cuando imagino mi vida, entrecierro los ojos y veo un inmenso laberinto. Al pensar en el pasado, recorro nuevamente sus caminos. A veces la memoria es esquiva y quedan senderos oscuros, como cubiertos de bruma, y otras, puedo ver más claro. En esos momentos el paisaje se presenta luminoso, completo. Me gusta quedarme unos minutos disfrutando situaciones que al vivirlas, no les dí, el mismo valor, ni el mismo sentido, que le doy ahora mismo, como las viejas fotografías que cambiaban de color con el paso del tiempo, las vivencias van adquiriendo, otros significados a la luz del presente. Esta es la historia de un tramo en el camino, compartido con dos personas que conocí muy bien, una de ellas ya no está y la otra, ya no es la misma.
A veces, pienso que la mente se parece a una caja de música, que recibí como regalo, en mi infancia. Tenía distintos espacios, uno para el alhajero, con varios cajones, otro que encerraba el mecanismo, que producía el sonido, una tapa con espejo, un sector donde una pequeña bailarina giraba; mientras se escuchaba la imitación de una
celesta, un lugar con un llave, para dar cuerda y varios recovecos, donde el polvillo parecía querer quedarse a vivir.
Por varias razones, cuando recuerdo a esta pareja, pienso en mi caja de música. En algún momento, casi al final del camino para Él, se encontraron. Los unió el amor por la música clásica, especialmente de celesta. Bailaron al compás de sus deseos, como la bailarina, los minutos que dura la melodía, en esos juguetes. Se amaron intensamente, como si hubieran presentido que el tiempo de estar juntos, sería breve. Después Él se perdió, algo en su mente, se desconectó. Fueron desapareciendo: capacidades, movimientos, recuerdos cercanos, palabras y se llenó de ternura, docilidad, recuerdos de la niñez, necesidad de compañía, alegría por las caricias de sus hijos, suspiros, quietud, silencios, olvidos…
Entre las situaciones que olvidó, estaba todo lo relacionado con Ella, que pasó a ser para Él, una de las tantas personas extrañas que lo cuidaban. Estaban en la misma cajita de música pero en distintos espacios, Ella buscaba conectarse con Él, continuamente, sin lograrlo. Era como si, cuando Ella daba cuerda, Él estaba en el alhajero. Cuando Ella llegaba al alhajero, Él estaba mirando a la bailarina, tratando de entender que pasaba, con la mirada en el horizonte.
Una tarde, Ella lo acompañó a hacerse vapor. Debajo de un gran toallón las cabezas se rozaban, Ella soplaba el agua , para aumentar el humo tibio y exageraba las inhalaciones para que Él la imitara, ahora comprendía más los actos que las palabras. De pronto Él , imprevistamente, la besó en la frente, sobre el cabello empapado de sudor, Ella interrumpió para mirarlo a los ojos y Él volvió a besarla, ésta vez en los labios, con una suavidad infinita. Ella lo miraba con sorpresa, mientras él siguió con los ojos cerrados, por un rato. Al abrir los ojos, Él la miraba con esa picardía del chico que roba un beso, y espera la respuesta de la chica, sonriendo, expectante para ver como reacciona. Hacía meses que no la reconocía. Ahora la miraba como antes, como si volviera de un viaje. Por un momento, estaban en el mismo espacio, volvían a escuchar la misma melodía. Sonrieron debajo del toallón, hasta que El la miró sin entender que pasaba, inquieto, sus ojos se ensombrecieron y de un gesto brusco trató de pararse. La conexión había terminado, su mente volvía a hundirse en su propio caos. Rápidamente Ella retiró el toallón y el recipiente para evitar que se quemara. Se acercó para asistirlo, Él la miraba con el miedo y la desconfianza típica de alguien que desconoce a la persona que lo ayuda pero dejándola hacer, por temor a caerse.
Nunca más volvieron a encontrarse ni sus labios ni sus miradas como esa tarde. Pero esa conexión, alma con alma, además de ser mágica, duró un minuto eterno.
SIL
9 abr 2010
Dos miradas que se cruzan, dos corazones que laten y en un abrazo se funden aunque no puedan juntarse.
Tú me miras yo te miro son dos miradas fugaces que se dicen yo te quiero en esos breves instante.
Nuestras almas son gemelas y en un mismo amor se debaten, muriendo cuando están lejos pues no dejan de añorarse.
Tú me quieres yo lo sé, que yo te quiero tú lo sabes, lo supimos sin necesitar que ninguno de los dos hablase.
Es un amor puro y limpio que igual que los manantiales de nuestros dos corazones esta brotando a raudales.
Los dos sin podernos ver somos dos barcos a la deriva, los dos navegándo sin rumbo sin poder alcanzar la orilla.
Mas si se ven nuestros ojos mil estrellas en ellos brillan, y el cielo, la tierra, y el mar, todo es una maravilla.
Encarnación Aguilera
Tú me miras yo te miro son dos miradas fugaces que se dicen yo te quiero en esos breves instante.
Nuestras almas son gemelas y en un mismo amor se debaten, muriendo cuando están lejos pues no dejan de añorarse.
Tú me quieres yo lo sé, que yo te quiero tú lo sabes, lo supimos sin necesitar que ninguno de los dos hablase.
Es un amor puro y limpio que igual que los manantiales de nuestros dos corazones esta brotando a raudales.
Los dos sin podernos ver somos dos barcos a la deriva, los dos navegándo sin rumbo sin poder alcanzar la orilla.
Mas si se ven nuestros ojos mil estrellas en ellos brillan, y el cielo, la tierra, y el mar, todo es una maravilla.
Encarnación Aguilera
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