15 mar 2010

IMPOSIBLE

Si pudiera mi pecho cantar sus esperanzas,
sus locos desvarios, su insensato soñar.
Decir a todo el mundo que te quiero en silencio,
sabiendo lo imposible de mi pena de amar.
Si el pájaro amarillo del dolor de mi alma
escapase algún día de su honda prisión,
te diría al oído lo mucho que te quiero,
con el dolor ingrato de callar mi pasión.
Nunca sabrás princesa, lo que con fuerza guarda
este corazón tuyo que alienta a su pesar.
Pero aunque tú lo ignores, aunque jamás tus ojos
me miren tiernamente, ni de tu boca salgan
las anheladas frases alentando mi amor,
te seguiré adorando, admirando de cerca
la gracia de tu andar, tus castaños cabellos,
lo feliz de tu risa, lo fresco de tu voz.
Jamás tendré la dicha de oir una palabra
que dedique tu alma al pobre corazón
que desde la sombra vive envidiando celoso
a aquel favorecido que te besa en la noche,
que acaricia tu pelo, que apoya su cabeza
sobre tu blanco pecho de pétalos en flor.
Por eso yo lo odio, por eso lo aborrezco,
por ser dueño del mundo, tu gran mundo de amor.
Por eso morir quiero antes de confesarte
hincado de rodillas ante el gran pedestal
en que te tengo erguida desde que supe un día
que te amo mi reina, sin ninguna esperanza
de que tú nunca sepas esta mi gran verdad

Antonio Peña Ventura

No hay comentarios:

Publicar un comentario